[9]

498 44 10
                                    










Todo me da vueltas, eso que ya no estoy en el avión. Hace como una hora que llegamos a Toulouse y aún me siento mareado, vomité como cuatro o cinco veces, los pasajeros no dejaban de verme con cara de asco.

¿Acaso nunca han tenido náuseas?

Ahora estamos con el maestro que será nuestro tutor por así decirlo en nuestra estancia en Toulouse. Su nombre es Mu, me llevo bastante bien con el, es uno de mis maestros favoritos. Si soy sincero,no le eh puesto mucha atención a lo que dice ahora, por que estoy tratando de no vomitar en el taxi que nos lleva al lugar donde nos quedaremos.

— Y esa son todas las indicaciones que necesitan saber. Emm, Joven Camus, ¿Se siente bien?

— ¿Eh?..si.. por..—hago una pausa por qué siento que voy a vomitar—¿por..qué...pregunta..?

— Está pálido y además parece que va a vomitar, tenga

El maestro me da una pastilla, el no sabe que ya no puedo ni tomarme una pastilla.

Logro tomarme la pastilla y llegamos al lugar donde se están quedando los demás estudiantes. El maestro nos ayuda a bajar las maletas y nos guía a nuestra habitación; parece como un museo: paredes color hueso, cuadros de hace años y las puertas, ventanas y hasta el suelo tienen diseño antiguo. Milo se ha puesto los audífonos, así que, no me sirve intentar entablar una conversación con el, además, ¿De qué hablaríamos?¿Del clima?

— Aquí es, pueden pasar.

El maestro Mu habré la puerta de la habitación y se muestra una habitación bastante espaciosa.

La habitación es muy grande, que me sorprende tanto que abro la boca. Por que realmente no esperaba esto. Hay dos camas individuales en el medio de ellas hay una mesita de noche con una lámpara encima, alfrente de las camas se encuentra un mueble que parece haber pertenecido a algún rey o reina, también hay otra puerta en el cuarto, debe ser el baño.

Veo que el maestro se va y me quedo ahí.

Parado, sin saber que hacer.

Ehm, Camus, iré a tomar una ducha. —me dice Milo y sonríe levemente—tu..te quedarás parado, ¿ahí?

— Emm no, yo voy a ver.. si puedo ver dónde está.. está la cafetería..¡Si! ¡Eso voy a hacer!

¿No se me ocurrió algo mejor?

— Okey.

Me responde un poco confundido y salgo lo más rápido de la habitación, además de que tire la puerta.

Bueno, se supone que debo ir a la cafetería, ¿Dónde podrá estar? Me pregunto mientras veo como las personas van y vienen todas apresuradas.

Este lugar es muy grande. Hay adolescentes por todas partes y todos son mayores que yo...Me siento un poco pequeño aquí. Camino por todos los pasillos, al parecer nadie me ve o si lo hace solo regresan a lo suyo, recibo algunos empujones, nada fuera de lo normal, para mí. Luego de unas vueltas por todo ese lugar me doy por vencido y llego a la conclusión de que ¡No hay una cafetería en este lugar!

Me siento en el suelo y sacó mi teléfono. Debo avisarle a mi tío que ya llegué a Toulouse.

 — ¿Sabes que existen las bancas?

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora