Semilla

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Ese tacto recio me incomodaba. Esa superficie rasposa y húmeda sobre mi cuello, saboreando cada esquirla y doblez de mi piel junto al gutural gruñido de su garganta. Una orquesta de gemidos y gruñidos que resultarían atemorizantes para cualquiera, sumado al adagio de mis sollozos que imploraba que todo culmine.

Los recuerdos me atormentan de nuevo, otra noche más con el deseo oscuro de acabar con todo ante la luz brillante de las estrellas. A lo lejos, el balido de algún animal herido por un depredador.

Oigo la desesperación en el sonido. Mi propia voz acallada por los colmillos de la bestia de la noche. Me pide huir, escapar lo más rápido de allí pero el hierro y la carne lo impide.

No existe luna en el cielo por ahora. No deseo que aparezca en su máximo esplendor. No quiero que aparezca.

No quiero verla.
No quiero verla

No quiero verla nunca más...

No caigas en la trampaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora