Destino negro

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Un toque detrás de otro. Uno más atrevido que el anterior.

El lobo me poseía y yo era de su propiedad. Porque así lo dictaba nuestro acuerdo.

Uno que yo jamás había firmado.
Otras personas habían sellado mi destino y yo no podría hacer nada para cambiarlo.

Solo cerrar mis ojos y esperar a que todo culminara.
Estoy harto de tanto llorar.

Estoy harto de vivir.

Estoy harto de continuar otro capítulo de mi historia.

No caigas en la trampaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora