Capítulo 2~

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-Lo siento... ¿Alicia, no?

-Sí...

-Soy Jesús, encantado.

-...

-¿Estás bien?

-Sí... Eh, me tengo que ir. Adiós.

Di un paso hacia atrás y me retiré hacia mi casa. Miré atrás y aquel tal Jesús se me había quedado mirando con cara rara.

Llegué a mi casa y dejé mi mochila. Saludé a mis padres con un hola y subí a mi habitación. Acaricié a mi gato y me tumbé en mi cama, quedándome profundamente dormida...

El sonido de mi móvil hizo que me despertara. Era María. ¿Cuánto tiempo había dormido...?

-¡NIÑA!

-Me froté los ojos-

-TE HAN VISTO CON UNO DE LOS GEMELOS EN EL PASILLO.

-Ah... Sí, Jesús. ¿Qué pasa?

-TÍA, ¿DE QUÉ HABÉIS HABLADO?

-María, tranquilizate...

-Vale, vale, pero dímelo.

-Sólo nos hemos chocado y me ha dicho su nombre, ya está.

-Joder, conociéndote seguro que has salido corriendo. ¿Por qué no sales con algún chico? Pero ese no, que es mío.

-Ni quiero ni tenía intenciones.

-Chica, eres muy tímida, tienes que...

Le colgué. Me habían dicho eso como un montón de veces. Dejé todo y fui a hablar con mi madre que estaba en la cocina preparando la cena.

-Mamáááá -Le dije sentándome en la silla- ¿Qué hacés?

-¿Has hecho la tarea?

-¿Qué? Sí sí.

-¿Seguro?

-Me voy a sacar a Princesa, adiós.

-¡No tardes mucho!

Me levanté y salí corriendo hacia el club hípico. Se me había olvidado estudiar, y mañana tenía un exámen... Bah.

Llegué. Como el club hípico estaba cerca de mi casa podía llegar andando perfectamente. Princesa era mi pura sangre de capa blanca. Era cariñosa y muy atlética. En un tiempo me llamarán para concursar en los campeonato de Andalucía de hípica. Bueno, saqué a Princesa de su cuadra y me la llevé a un bosque cercano de aquel lugar.

Galopaba entre los árboles, saltaba los troncos, derribaba arbustos. Cuando el aire se deslizaba por mi cara me sentía fuerte, se me iba la timidez. De pronto, a lo lejos pude diferenciar algo negro parecido a un caballo. Seguí como si nada, pero aquella cosa se había dado cuenta de que estaba en su territorio. Princesa corrió como pudo, pero esto nos empezó a perseguir. Decidí no mirar hacia atrás, ya que esa cosa rozaba casi nos rozaba. Princesa corría y corría, y gracias a su velocidad pudimos avanzar un poco. Segundos después pude oír un fuente golpe, y un grito... Frené al caballo y me bajé. Cogí las riendas y empecé a andar lentamente hacia el lugar donde había escuchado el ruido.

Pude ver un hermoso caballo negro. Me acerqué y lo acaricié. Princesa se me adelantó y empezó a olisquearle. De pronto escuché un crujido.

-Tose-

-... ¿Quién hay ahí?

-...

Un chico apareció. Estaba tirado en el suelo, se había caído de aquel caballo. Era uno de esos gemelos, y como no sabía diferenciarlos, decidí llamarle Jesús.

-¿Estás bien? -Le pregunté levantándole del suelo-

-Sí, guapetona -Me respondió sacudiéndose el polvo- Gracias.

-¿Por qué me seguías?

-No te seguía. Pensé que tu caballo era salvaje, y me acerqué a verlo.

-Miré a Princesa y la acerqué-

-Es muy bonita -Se acercó y la acarició- Casi tan bonita como su dueña.

No pude evitar una risita.

-Por cierto, ¿cómo te llamas?

-Ya te lo dije el otro día, ¿no? Soy Maria.

-¿El otro día?... ¡Ah! Jajaja, habrías hablado con mi hermano, Jesús. Yo soy Dani.

-Dani...

♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora