♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}

Capítulo 23~

Nota: Si os salen números, ignorarlos por completo.

-Hija, dentro de dos días tenemos que mudarnos. Todos -Soltó mi madre-

-¿C... Cómo? -Respondí pálida, tartamudeando-

-¿Mamá que estás diciendo?

-Todas estas cartas. Esta calle, la calle donde está nuestra casa está mal hecha, a las casas les están saliendo grietas y en cualquier momento se van a caer.

-Sí... El ayuntamiento nos ha buscado una casa en alquiler, pero bastante lejos -Siguió mi padre-

-En Almería. Tardarán tres meses en reponer esta -Terminó mi madre-

Seguía pálida. Estas decepciones para una chica de casi quince años no eran buenas. Los gemelos cumplían el 21, yo en marzo. Nos lo íbamos a perder todo. Mejor dicho, me iba a perder todo. A María, a los chicos, a los gemelos... A Jesús.

Sin responder a mis padres, abrí la puerta y me fui corriendo. Le envié un mensaje a todos para quedar en el parque.

*Narra Jesús*

Eran las siete de la tarde. Llegamos todos a la vez. Alicia, se apretaba sus manos, no se dejaba de mover de un lado para otro y estaba nerviosísima.

-¿Qué te pasa? -Preguntó Lucía-

-¿Alicia? -Dijo María, empezandose a preocupar-

-Verás... -Exlamaron Javi y Miguel a coro-

-Chicos, yo os quiero muchísimo -Dijo al fin- No sé... No sé por qué me pasa esto.

-Princesa, dilo -La presioné un poco-

-Mis padres... El ayuntamiento, no, mí casa. Tengo que mudarme -Dijo suspirando-

-¿¡Quéé!? -Dijimos todos a la vez-

-A Almería, tres meses...

-Alicia, te perderás nuestro cumple -Añadió Dani-

-¡Nosotros el tuyo! -Chilló Clara-

-Lo sé... No quiero irme... Pero mi casa se puede caer en cualquier momento, según mis padres -Dijo-

-Oye, que a Jesús le va a dar algo -Saltó Jorge, a lo que miraron todos a la vez-

-Jesús... -Me dijo ella, abrazándome-

-Bueno, como te vas pasado mañana, mañana te vemos Alicia... -Dijo Dani- Pssst, chicos, vamos a dejarles solos.

*Narra Alicia*

Todos se fueron, todos menos Jesús. No sentamos en un banco, los dos seguíamos raros.

-Estás pálido -Dije-

-Tu también...

-Jesús, yo no quiero irme. Te lo prometo.

-Tres meses Alicia. Tres meses son demasiados.

-¿Y qué le hago?

-Alicia, escucha -Me miró serio- Nos contactaremos por mensajes. Yo te quiero muchísimo, no lo olvides nunca, pero... Si estamos distanciados, ¿crees que estaremos mejor si estamos separados?

-No lo sé, Jesús.

-Pienso que deberíamos dejarlo hasta entonces. Así... Creo que sufriremos menos.

Yo sólo asentí con la cabeza, dejando caer por mis mejillas una lágrima.

-Entonces... ¿Ya no somos nada?

-Amigos.

-Digo... De pareja.

Jesús me besó. Pero no fue un típico beso cortito, no. Fue un beso largo. Sólo nos separamos para coger aire.

-Ya no... -Terminó él-

-Vale.

-Pero te quiero, ¿vale?

-Yo también, Jesús.