Capítulo 27~

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Gracias a mi agilidad, me aparté con un rápido movimiento y le di un puñetazo en el estómago.

-¡Déjame, subnormal!

Estaba muy nerviosa. Me subí de pie encima de la cama y Rubén empezó a chillar y a aporrear la puerta. Tomás me intentó coger por los tobillos, pero le di una patada en la cara. Después de eso, él me tiró a la cama y se puso encima mía. Por suerte, se calló hacia un lado. Yo me levanté y corrí de nuevo hacia la puerta cuando Rubén, por fin, rompió el pestillo de la puerta entrado así. Los dos nos fundimos en un abrazo mientras yo lloraba y él me acariciaba el pelo muy nervioso. Tomás escapó de la casa.

-¿Estás bien? ¿Qué te ha hecho?

-¡Te dije que no le conocías! -Le chillé, sin dejar de llorar-

-... Tranquila -Él volvió a abrazarme-

[...]

Estaba en la cama de Rubén, un poco más tranquila. Él estaba en el suelo, sentado y mirándome con preocupación. Decidimos no contarle nada de esto a nadie, ya que sólo fue un error que no volvería a suceder.

-¿Al final vas a venirte a Sevilla? -Pregunté para calmar el ambiente-

-No lo sé... Mis padres se lo estaban pensando.

-Te presentaría a mis amigos.

-¿Tienes amigas?

-¡Siii! Mira, está María... Aunque ya está pillada creo yo. Y también está Clara una chica... Bueno, yo creo que entre Clara y Javi hay algo.

-¿Alguna que no esté pillada? -Preguntó disfrutando del entusiasmo con el que decía las cosas-

-Sí. Alba y Lucía. Lucía es pelirroja y Alba es rubia. Son majas.

-¿Y tú? ¿Cómo vas con los novietes?

-Yo no... Yo no tengo novietes.

-Venga sí. ¿Y ese collar?

Miré mi collar. Me acordé de Jesús. No habíamos hablado desde hace un mes. No me dejaba enviar mensajes, pero sí me dejaba verlos y Jesús no me había mandado ninguno. ¿Por qué?

-Lo mismo me lo ha regalado una amiga -Contesté finalmente-

-Claaroo...

[Quedaba sólo un día para que Alicia volviese a Sevilla. Ella y Rubén volvieron corriendo del club hípico a la casa de Alicia]

-¿¡Vienes mañanaaa!? -Grité mientras corríamos-

-¡Tengo que preguntárselo a mis padreeees! -Respondió-

Llegamos y abrí la puerta de un toque. Estaba abierta. Corrimos al salón, donde estaban todos los padres sentados en los sofás. Había muchas maletas detrás.

-¡Mamaaaa! ¿Al final nos vamos? -Dijo Rubén poniéndose a su lado-

-Sí hijo, sí.

-Toma -Exclamamos los dos a la vez, chocando nuestras manos- ¿Y a dónde? ¿Al final has conseguido la casa al lado de la de Alicia?

-Sí, pero tira a la casa a hacer tus maletas que nos vamos en media hora -Contestó la madre de Rubén dándole las llaves-

-¿En media hora? -Exclamé-

Rubén dio un suspiro y salimos de nuevo corriendo, esta vez hacia la casa de Rubén.

[...]

Llegamos. Subí a la planta de arriba y abrí el armario. Estaba lleno de sudaderas, de todo tipo. Él puso la maleta abierta a mis pies y empecé a dejar ropa cuidadosamente.

-¿Qué haces? -Me preguntó-

-Tendrás que hechar ropa.

-Pero más rápido chica... -Se puso en frente del armario, cogió ropa en masa y la hechó en la maleta de golpe- Así sí.

Corrimos otra vez, con la maleta, a por los padres, que ya estaban subiéndose en el coche.

♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora