♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}

Capítulo 29~

Pasé a su casa. Él me cogió de la mano y me llevó corriendo a su habitación. Me crucé con su madre.

-Hola Eva -Le saludé sonriente-

-Hola guapa -Me respondió mientras corría-

Al subir las escaleras, Jesús parecía un conejo. Las subió de cuatro zancadas, yo casi me dejo los dientes. Al llegar a su habitación me sentó en la cama y él se sentó a mi lado.

-Felicidades -Me abrazó- Te he hechado mucho de menos -Me besó- Y me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti.

-Entonces... ¿Volvemos a estar juntos?

-¿Ves tu collar? -Miré al collar- ¿Lo has llevado todo este tiempo?

-Hasta dormida.

-Entonces siempre has sido mía.

Sonreí.

-Otra cosa -Exclamó feliz-

-Tenemos miles de fans. Son majísimas.

-Me lo ha dicho tu hermano, me alegro mucho.

-De hecho, conocí a una hace poco y me hice amiga de ella. Antes de que vinieras, ella estaba aquí.

-No veas Jesús, te vienen seguidas -Empecé a reír-

-No tonta, yo sólo te quiero a ti.

-Te heché de menos.

Él me besó. Yo aspiré el olor de su cuello. Cada vez que lo hacía, me derretía. Nos quedamos un buen rato hablando sobre qué habíamos hecho esos últimos meses.

*Narra Jesús*

La quería demasiado jo. Es esos tres meses, la habia hechado muchísimo de menos. A ella, a su pelo, a su olor a cerezas, a sus ojos... De pronto Dani y María se tiraron encima de nosotros dos.

-Sois unos empalagosos -Exclamó María, levantándose-

-Tú chitón -Le respondió mi hermano callándola con un beso-

-Tortolitos, para hacer esas cosas a la otra habitación -Saltó Alicia-

La miré con cara de sorprendido.

-No veas como te ha salido la tigresa -Me susurró Dani-

-Tonto -Respondió ella- Y oye Dani... ¿dónde has dejado a Rubén?

-Le he presentado a todos, y tienen ganas de verte eeh. Él ha ido a su casa, decía que estaba cansado.

-¿Quién es Rubén? -Pregunté-

-Es el hijo de los amigos de nuestros padres, el rubillo que era muy majo.

-Ah.

*Narra Alicia*

Jesús y yo nos tubimos que ir de la habitación porque Dani y María no dejaban de liarse y resultaba algo incómodo.

Antes de irnos, me di cuenta de que Dani le había dicho algo a Jesús a mi espalda y me entró la curiosidad.

-¿A dónde vamos, Jesús? -Pregunté extrañada-

-Pues te quiero llevar a un sitio.

-¿Y eso?

-Tú sígueme...