♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}

Capítulo 4~

Entré en mi casa.

-¡Mamaaaa! ¡¡Ya estoy en casa!!...  -Nadie me contestó- ¿¡Mamá!?...

Empecé a andar por el pasillo. Entré en el salón, en la cocina, en el baño, y me asomé al jardín, pero no había nadie. Me asomé a las escaleras dispuesta a subir a la segunda planta. De pronto Coco apareció de la nada.

-Joder, qué susto... ¿Dónde está la gente?

Subí y miré en las tres habitaciones y en los tres baños. No había nadie. Decidí llamar a mi madre por teléfono...

-... ¿Mamá?

-Hija, ¿que pasa?

-¿Dónde estás?

-¿No has visto la nota en la nevera?

-No... -Bajé corriendo y miré la nota: "Hemos salido tu padre, tu hermana y yo un momento... Hazte la cena, vamos a tardar un poco"- Ya la he visto mamá.

-Bueno, pues eso.

-¿Pero dónde estáis?

-Lo siento cariño, no puedo hablar. Adiós.

Me cortó. No sabía qué le pasaba, pero me dirigí al salón y me tumbé en el sofá. Me quedé profundamente dormida.

De pronto alguien llamó al timbre. Salí de la cocina y abrí. Era un chico, un gemelo de los de mi clase.

-¿Dani?

-No, soy Jesús -Me respondió, sonriendo- Daniel está en mi casa y ha pillado un resfriado muy grave... Me ha dicho que te dé esto.

Se metió la mano en el bolsillo y sacó un colgante. Me lo ofreció y yo lo agarré. No me lo podía creer... Era el colgante de mi abuela.

-¿D... De dónde lo ha sacado? -Pregunté medio tartamudeando-

-Me ha dicho que al quitarle la silla a tu yegua, para meterla en la cuadra, el collar cayó al suelo de repente.

-Muchas gracias... No lo encontraba...

-Parecía ser importante...

-Sí, bueno... Mi abuela murió hace un año, y esta es una de las pocas cosas que nos dejó.

-Lo siento mucho... No quiero meterme.

-No pasa nada. Por cierto, ¿Dani está muy mal?

-Sí, eh... Bueno, un resfriado. Si quieres puedes venir a verle.

Ai dios. Eso era demasiado. Mi timidez podía con migo. No sabía si ir, de todos modos no estaban mis padres, pero... De pronto apareció María.

-¡Hola!

-María...

-Hola guapetona -Añadió Jesús, a lo que María se puso colorada- Bueno Alicia, si quieres puedes venir con tu amiga, no están mis padres. Han ido a comprar.

María me miró con carita de perro triste, haciendo pucheros, como una tonta. Miré a Jesús y asentí con la cabeza. María empezó a chillar dentro de sí, lo noté.

Empezamos a andar a la casa de los gemelos. Yo estaba callada mientras que Jesús y María no dejaban de hablar:

-¿Y has participado en 'La Voz Kids'?

-Sí.

-¿Y ganásteis?

-No te lo puedo decir. El programa lo hecha en febrero. Bueno... Te llamas María, ¿y tu amiga? -Dijo mirándome-

-Alicia. Me llamo Alicia.

Entonces llegamos a su casa.