Pasó el día. Ya estaba en el sofá, lista, esperando a que viniese María a recogerme. Coco estaba tumbado en mis piernas, era un cacho de vago.
Pasado un rato tocó al timbre. Fui corriendo a abrir. Sin mirar quién llamó a la puerta, salí cerrando la puerta tras mis pies. Alguien me tapó los ojos. Sus manos estaban frías pero suaves.
-¿Quién soy?
-Esa voz sevillana, cantarina... La reconocí al instante, pero decidí tomarle un poco el pelo- ¿Mamá?
-No tonta.
Jesús me quitó las manos. Estaban María, Jesús y... Dani.
-¿Dani?
-Hooola.
-¿Ya estás bien?
-Sí -Respondió con una sonrisa de oreja a oreja-
-Bueno, ¿vamos? -Añadió María-
-Vamos -Terminó Jesús-
Comenzamos a andar hacia el instituto. Daniel y María iban andando, y riendo. Jesús y yo en cambio no, no sé por qué.
Cuando llegamos, nos tocó física y química con nuestro tutor, Don Antonio Perales. Esa asignatura ni me gustaba, ni la odiaba. Lo malo era que siempre nos estaban mandando trabajos...
Nos sentábamos por parejas, y yo siempre estaba con María. Jesús, con Dani.
Era de esperar que el Perales nos mandara un trabajo sobre química, y evidentemente en parejas. Miré a María y sonreí. Pero el profesor no tardó en fastidiarnos la tarde.
-Sí hombre, que os lo habéis creído -Se sentó en su silla y agarró un papel. Empezó a leer, diciendo las parejas. Entonces llegó a nosotras- María, lo vas a hacer con Jorge. Alicia, tú con Jesús.
-Ala -Susurré- ¿Qué Jesús? ¿Oviedo o Martínez?
-Oviedo.
Jesús me miró y sonrió. Yo le devolví la sonrisa. María me dio un codazo.
-¿Qué? -Susurré-
-Nada, nada. Jeje -Continuó-
-¡Señoritas Cerezo y compañía, silencio! -Chilló el Perales-
[En el recreo]
María y yo descansábamos en un banco cercano a un árbol, esperando a que los gemelos viniesen a presentarnos a sus amigos.
-Pues yo quería hacer el trabajo de química con tigo -Saltó María-
-Y... yo también.
-En verdad estás contenta. Porque te ha tocado con Jesús y eso.
-¿Qué pasa con Jesús? -Preguntó Jesús-
Este apareció de la nada y se nos quedó mirando. María sonrió, pero no le contestó. Yo hice lo mismo.
-Bueno... ¿Venís?
Las dos asentimos con la cabeza y seguimos a Jesús. Nos llevó un poco lejos del banco, a unos escalones un poco escondidos. Allí estaban Dani, tres chicas y otros tres chicos.
-Venga, presentáos a estas dos guapetonas -Exclamó Dani-
-Yo me llamo Lucía.
-Yo Clara -Contestó con una sonrisa-
-Yo Alba.
-Yo Jorge...
Era Jorge. El chico con el que le había tocado hacer el trabajo María.
-Yo Javiii -Contestó alargando la 'i'-
-Y yo Miguel -Dijo levantando la mano-
Miguel, Javi y Jorge. Lucía, Alba y Clara. Los séis parecían majos.
Miguel era rubio de ojos marrones. Jorge, de pelo negro y ojos verdes. Javi, de pelo marrón y ojos marrones.
Alba era rubia, con los ojos marrones. Lucía era pelirroja y tenía el pelo corto y los ojos verdes. Clara era morena y tenía los ojos claros.
Los conocí un poco a todos. Llevaban desde muy pequeños todos juntos, y les gustaban casi las mismas cosas. Las chicas, eran las típicas que les gustaba salir de compras. Los chicos, eran los típicos que estaban enganchados a la consola. La que mejor me calló fue Lucía, era bastante maja.
-María... ¿Y por qué no hemos hecho amistad en todo este tiempo? -Preguntó Lucía-
-Pues no lo sé...
-Yo sí. Eres tímida. Se te ve en la cara vaya.
-Supongo, será eso.
Entonces, todos sacamos un tema de conversación bastante extraño.
-Noo, tú le puedes decir princesa a alguien, pero no es nada de... novios -Exclamó Clara-
-Claro... Pero si le dices reina es como más alto, ¿sabes? -Siguió Alba-
-¿Pero de qué habláis? -Preguntó Lucía-
-Entonces, si le dices princesa a una chica, es sólo para quedar bonito, y si le dices reina, es para algo más que bonito -Farfulló Miguel-
-Sí, ¿verdad Alicia? -Preguntaron Alba y Clara a coro-
-Eh... Sí, supongo -Jesús me miró y sonrió-
María hablaba con Jorge sobre el trabajo. Jesús me cogió de la mano y me apartó del grupo.
-¿Te han caído bien?
-Sí, son muy majos todos.
-Pues me alegro... Ah, y oye, ¿dónde hacemos el trabajo?
-Me da igual... ¿Quieres que lo hagamos esta tarde en mí casa?
-Vale. -Jesús sonrió y volvimos-
Se nos quedaron mirando todos, pero luego siguieron hablando. Poco después, Alba me cogió y me volvió a llevar a otro lado.
-María, ¿has visto cómo te mira Jesús? ¿Has visto cómo le miras?
-No, ¿qué le pasa?
-Tía, cómo se nota que os gustáis.
-¿Qué? No...
-Mira, conozco a Jesús desde hace mucho, y no mira así a cualquiera. De hecho, ha habido pocas chicas en su vida, y esa manera de mirarte...
-Y si... ¿Y si te equivocas? ¿Y si no me quiere y te estás equivocando?
-¿Te gusta? -Exclamó, llevándose las manos a la boca-
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♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}
Roman pour AdolescentsAlicia, una chica simpática que vive en Mairena, Sevilla. Debido a su timidez no conocía a mucha gente, hasta que un día, dos chicos le cambiaron la vida por completo... ♥DOS PARA UNA♥