♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}

Capítulo 12~

Salimos al jardín trasero. Era gigantesco, todo estaba cubierto de hierba. Nada más salir, había una pendiente un poco inclinada hacia abajo, y en la punta abajo, una gran piscina. Jesús se quedó impresionado, al igual que yo.

-¿Nunca habías venido? -Le pregunté, a lo que me miró-

-No. Pero... Siempre he querido hacer una cosa.

Jesús puso una sonrisa traviesa, y se lanzó al césped haciendo el superman. Después, bajó la pendiente haciendo la croqueta. Empecé a reír a carcajadas. Cuando llegó abajo, se sentó en el césped y empezó a reír. Yo bajé a por él.

-¿Estás bien? -Exclamé sin dejar de reír-

-Sí jajajaa... ¿Por qué no lo pruebas?

-Porque yo soy capaz de caerme a la piscina.

-Pero yo te rescataría.

-Entonces te congelarías...

-¿Por ti? Por ti... Por ti me metería en una nevera.

-Te quiero -Reí-

Jesús se acercó a mí y me besó.

-Ven a probarlo -Dijo dándome su mano- ¡Vamos!

Subímos de nuevo la colina. Jesús hizo que me sentara, y cuando ya me iba a tirar, Jesús se puso a mi lado y me empujó, tirándose con migo. Cualquiera que nos viese pensaría que estábamos locos, pero es que era Jesús, mi loco. Al llegar abajo acabé encima de Jesús, sin dejar de reír.

Algo interrumpió las risas, unas campanadas y unos coetes.

-Ostias...

Jesús y yo nos levantamos rápido e intentamos subir la colina para reunirnos con los demás, pero con los nervios nos caímos otra vez. Nos miramos con cara divertida y a Jesús le vinieron las ideas.

-Van a empezar a sonar las campanas en cuestión de segundos -Exlamé tirando de Jesús, intentando subir-

-Vamos a hacer una cosa -Dijo él hablando rápido- Cada campanada, un beso.

-Jesús, estás loco.

-...

-Pero me gusta.

Empezaron a sonar las campanas. Desde el césped se escuchaba a los chicos chillar en la casa "¡1, 2, 3...!" En cada campanada, Jesús me daba un beso. Yo sólo me limitaba a sonreír. Le quería demasiado.

-Sabes a cerezas -Solté en mitad de una campanada-

-Tú a fresas -Añadió Jesús-

Al fin sonó la última campanada y dieron las doce de la noche, dando a lugar a 2.014.

[Recuerdo que los protagonistas aún tenían 14 años, y en febrero ya cumplían los 15. Alicia, los cumplía de marzo. Por eso empezaba el 2.014]

Jesuso me sonrió.

-Feliz año nuevo, princesa.

Le dí un beso, me dio su mano y fuimos, ya tranquilos, a la casa.