Esos dos días ya habían pasado. Me dolía que Jesús y yo ya sólo fuésemos amigos. Él me quería, yo le quería, pero también pensaba que separados en distancia estaríamos mejor por el momento.
Duele querer a alguien y que esté lejos de ti. Con la de gente maravillosa que hay por el mundo, y sólo te puedas comunicar con ella entre pantallas.
Total, que no tenía ganas de nada. Tenía que levantarme, pues me mudaba en cuestión de minutos.
-¡Vamos ya, Alicia! ¡Te estamos esperando! -Chilló mi madre-
-Voooy -Contesté forzosamente-
Me levanté, muy despeinada y con mi pijama de rayas. Me peiné y me vestí en cinco minutos. Bajé corriendo y miré a mis padres. Estaban con Sara y con las maletas en la puerta.
-Coge al gato -Me suplicó mi padre-
Se metieron en el coche. Mis padres también se habían encargado de meter a la yegua en el porte. Estaban todos allí, en mi jardín. Esperando para despedirse de mí.
-Alicia... Te voy a hechar muchísimo de menos -Exclamó María, entre lágrimas. Yo la abracé-
-Aunque te conozcamos desde hace unos meses, has pasado a ser parte de nosotras, Alicia. Te queremos mucho, estos tres meses van a ser muy difíciles sin ti y sin tu alegría. Adiós, guapetona -Dijo Lucía, hablando también por Clara y María-
-Alicia, que sepas que eres la mejor cuñada de el mundo. Mi hermano y yo te vamos a deber tu regalo -Siguió Dani, sonriendo. Al segundo, no pudo más y se le escaparon unas lágrimas- Gracias por esos consejos, 'cuñi', los voy a intentar.
-Nosotros también te vamos a hechar mucho de menos, no te pienses. Que a nosotros también nos alegras los días. Estos meses se nos van a hacer eternos, hasta entonces -Terminó Javi, hablando también por Miguel y Jorge-
Esas palabras me emocionaron. Tenía mucha suerte de tener a esa gente. Jesús estaba llorando, ya no tenía palabras. Lo entendía, asi que ya me iba a ir cuando él me detuvo.
-Espera... -Me dijo, haciendo que le diese la espalda-
Me puso un collar. Un collar de oro con un corazón y una cifra grabada en él. Después me abrazó y me fui al coche.
[...]
Tras unas cuantas horas de coche, estábamos llegando. Almería era preciosa. Llegamos a la capital, a la nueva casa. Era un dúplex normal y corriente, pero sin piscina. Había una municipal a una manzana de allí. También había un club hípico en la dirección contraria donde meteríamos a Princesa.
-Voy a llevar a Princesa a su sitio -Le dije a mi madre-
-¿No quieres ver la casa? -Respondió bajando las maletas junto a mi padre-
-Claro, y se queda la yegua ahí metida.
-Bueno, pues llevate a Sara.
La cogí y la monté en Princesa. Yo me subí detrás y empecé a trotar hacia el nuevo club hípico por el asfalto. Almería, me gustaba Almería. Mientras, contemplaba el paisaje y las agrupaciones de casas modernas.
[...]
Al llegar, había mucha gente montando en pistas. El lugar era muy grande. Yo, sin bajarme de Princesa y con la niña delante, guié a la yegua hasta su cuadra. De pronto, un chico montado en un caballo andaluz se puso en mi camino, tampando así mi paso.
-Bonita yegua -Exclamó aquel extraño-
-Gracias...
Sara me miró. Le esquivé y seguí hacia la cuadra.
Aquel chico era rubio, tenía los ojos marrones verdosos. Noté que al irme, me había seguido con la mirada.
Metí a Princesa en su sitio, le di la mano a Sara y volvimos a casa. Aquel chico había desaparecido.
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♥Dos Para Una♥ {GEMELIERS}
Teen FictionAlicia, una chica simpática que vive en Mairena, Sevilla. Debido a su timidez no conocía a mucha gente, hasta que un día, dos chicos le cambiaron la vida por completo... ♥DOS PARA UNA♥