26 días...

D Í A 6

"Por desgracia, el amor y el sentido común no siempre van de la mano".

- Anna Todd.

Es una mañana tan común como la de un viernes, me siento exhausto y no he venido a la mierda de Instituto un día de la semana.
Se escuchan por todos lados las direcciones de los mejores bares, las direcciones de las fiestas más populares e incluso recuerdos vagos sobre sus borracheras anteriores, aún faltan 20 minutos para la siguiente clase, y estoy en busca de Emilio, mis pasos de han hecho cargo de ello, mientras mi cabeza piensa en que Emilio tenía razón en parte, había soñado con él, aún que me hubiera encantado que el contexto hubiera cambiado.
Siento el celular vibrar en mi bolsa del pantalón, es un recordatorio para hablarle a Ren.
Así que lo hago.

#VideoLlamada.

-No me lo puedo creer, el mismo imbécil que habló ayer.
-¿acostumbras a ser tan linda siempre que hablamos?
-Estoy molesta contigo, pero a la vez no.
-¿y que fue lo que hice?

Cuido mis pasos mientras camino por el pasillo de concurridos casillero y habló por la cámara del teléfono.

-No habíamos hablado casi nunca, todo lo que se de ti me lo dice Diego.
-buen pretexto se carga-digo poniendo los ojos en blanco.
-¿Estás en el colegio?
-Desgraciadamente.

Mi tono sale triste y frustrado, lo que le provoca una risa tierna, y escandaloza.

-Bien, pues ya es hora de que uses el cerebro, quizá ahora que comience su jornada laboral, comienza su función correcta y regresas a casa.

Su mirada llena de esperanza, se complementa perfectamente con su voz.
Esto es a lo que le tenía miedo, mi corazón siente los mismos síntomas que con las palabras de Emilio, daría todo lo que tengo por ser alguien normal.

-Nos veremos el sábado.
-¡Claro que sí! Estoy completamente ansiosa por ver a tu acompañante...

Escucho su voz lejana, en tonos bajos, se va dispersado entre la gente, el lugar y lo que estoy empezando a presenciar.

Greta toma la mano de Emilio enlazandola y sonriendo coquetamente, caminan a pasos pesados un tanto torpes, no llevan ni un metro cuando un sujeto de su complexión camina sin detener sus pasos enfadados  y lo empuja de manera agresiva, Emilio cae después de aquella situación, su escuálido cuerpo recorre un pedazo de azulejo para finalizar con un golpe en la cabeza en la puerta de Un casillero.

La sangre de mi cuerpo empieza a burbujear de lo caliente que se pone.

-¿Joaquin? respira por favor- la miro, esta asustada, respira con torpeza.
-Tengo algo que hacer, te veo mañana.
-Joaco, por favor- la súplica en sus palabras me recuerdan quien soy. Está rogando por un demonio, no lo merezco.

Cuelgo y salgo disparado a ellos, escucho la voz del sujeto, le habla a Emilio con repudio, con burla, Patea su muslo con rencor y ya estoy mas cerca cuando escucho sus palabras:

-Te ves ridículo aparentando algo que no eres.

Las palabras me hieren, hasta a mi.

Con toda mi fuerza pongo las manos en el cuello de su chamarra y lo empujó sobre los casilleros, el golpe sordo de su cabeza con el metal me activa en segundos, mis nudillos están blancos de la fuerza que ejerzo y lo estampó en su cuadrada mandíbula.

-Acercate de nuevo a Emilio de esa manera, y lo único que recordaras antes de dormir profunfamente por mucho tiempo, será tu sangre.

Y veo como comienza a sangrar su boca, me mira con odio, así que le sonrió.
Debo tener una cara que le informé que estoy a nada de perder la cabeza.

Volteó a ver a Emilio, el ya está de pie, parpadea torpemente, está inquieto, lo miro examinando todo.
Una mano pesada se recarga en mi hombro, me sube la cólera, el imbécil se cree mucho, le dejo darme un sólo golpe, por su honra.
El pómulo me arde, me hormiguea, todo es como una escena dividida en fracciones, a continuación Emilio se pone frente a mi y el sujeto, estamos rodeados de muchísimas personas que miran atentos la situación, Emilio y el sujeto se miran desafiandose, pero esto para mi ya es personal, ¿que si sé quién es este tipo?
Por su puesto, es el chiste de Greta, apuesto que esto fue planeado por esa idiota, Andrés ahora es el idiota que cargue con mi furia, empujó con fuerza a Emilio fuera de la situación, chasqueo la lengua y dejó escapar una risa burlona carente de humor, miro perfectamente la sangre de Andrés.

-No te busques problemas conmigo, mucho menos me demuestres que eres el gato de esta- digo mirando con repudio a Greta, quien tiene sujeto del brazo a mi castaño. - es una advertencia y no quieres que al final te de otra.
-No te tengo miedo.
-No lo tengas, eso te hará más fuerte.

Me volteo con una sonrisa pero mis pasos retornan para regresarle el golpe que le di de ventaja, mi puño se calienta bajo su pómulo, estoy seguro que siente un dolor que va de su pómulo a su cabeza, que lo sofoca, respira con pesadez, me mira cargado de furia, esa expresión me suena conocida, detrás hay miedo, pánico, como dice Emilio... Alucinante.

-Ahora debo irme, tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo con basura.

Camino bajo la mirada intimidada de todos, soy la clase de chico que se encuentra entre las sombras y salta a la luz para ser o un héroe, o un villano.

-Joaco, espera, por favor.

Miro a Emilio, su rostro refleja neutralidad, su tono es tranquilizador, pero, es evidente que está asustado.
Quedamos en un silencio incómodo y rotundo, la tensión se hace insoportable.

Pero el decide hablar.

-Eres más letal de lo que aparentas.

Se acerca a mi, toma mis manos y observa con determinación mis dedos, los acaricia, los juega, los explora. Su calidez es como un halago que recorre de mi piel hasta el corazón, toma mis mejillas entre sus manos, y ve lo que supongo que es un hinchado moreton, si dedo índice traza una serie de camino perfecto entre mi rostro y sus facciones brutas.

-¿Estás Bien?
-Yo estoy bien, ¿tú lo estás?
-Sí, pero gracias a ti, no pensé nunca que ibas a aparecer a salvarme, me protegiste. ¿Cómo es que aprendiste a defenderte tan bien?
-Cuando ya pasaste por cosas malas, tienes la necesidad de proteger a los que te importan, sueles provocar miedo a otros.
-Se lo merecía- hace un gesto de dolor.
-¿Seguro que estas bien?

Me doy a la tarea de inspeccionar de pies a cabeza todo él, no hay nada fuera de lo común, analizó sus gestos y se que entonces algo va mal.
Lleva su mano a la cabeza.

-Sí, es sólo un golpe inflamado, es un chichon- se mofa, pasea si mano por su cabello rizado, restandole importancia, aunque para mi se ve perfecto, tengo una sensación ácida.

-Mientras yo este en tu vida, nadie va a hacerte daño.
-Eres como mi amuleto.

Le sonrió tímidamente.

-¿No quieres que vayamos por hielo para tu moreton?
-Estoy bien, pero deberíamos buscar algo para tu cabeza.
-¿y si vamos por una película?
-¿Enserio?
-¿Por qué no?
-Bien, acepto sólo con una condición.
-una y las que desees.
-No quiero que caigas en el juego de Greta- su boca se abre en una ligera "o" tiene mirada pérdida y una inegable duda vacilando por su ceño.
-¿Cómo sabes de Greta?
-Todos saben de ella, y créeme que es lo que menos esperaba de la supuesta chica que esta loca por ti.
-Es sólo una amiga.
-Pues esa amiga, va a hacerte daño por su obsesión.

¿De verdad Bondoni?

Me doy un par de golpes mentales. Soy un idiota, de verdad soy lo peor que pudo encontrar.

-Pero ya has dicho tú que estarás conmigo, así que no pasará nada.

Sus pies le responden al impulso, y sus labios lo imitan, me toca las mejillas, y besa el golpe que ahora mismo parece tener fuego, me acaricia con sus pulgares y cuando logra captar mi parálisis, me besa, me besa como nunca imagine que un beso podía ser posible.

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¡Hey! Preciosas niñas y niños de un millón de flores ¿que tal su semana?
Ya me urgia leerlas.
Les mando un abrazo.

-SHS_BO