"Los monstruos que viven bajo la cama...
Realmente son amigables."-Una fugaz estrella.
La mañana que debemos ir al panteón es más nublada que usual, hace tiempo quería usar mis guantes negros y el abrigo, con lentes obscuros y parecer un agente, es gracioso poder hacerlo justo hoy.
La camioneta huele a café, he estado transportando bolsas de granos de café para la cafetera, es agradable el aroma pero, justo ahora ya no deseo más líquido que me altere, tengo suficiente con mi propia mente.
Siempre me a gustado el arte, y el arco de entrada al panteón es del arte funerario, que más me causa impacto.
Camino sólo, he dejado que Renata vaya con Diego y Mario, mientras que Emilio va con su madre atrás de la caja.
Pero, a mi me gusta el recorrido, los pasillos de piedra gris y roja, tienen un orden peculiar, un patrón que guía a las personas que mueren, a los brazos de la muerte, con elegancia.
Los árboles son enormes, hasta su corteza es teñida en verde, por la humedad y el musgo. Son altos, y dan sombra a las esculturas de mármol para los huéspedes que duermen bajo tierra. Los mausoleos tienen ese toque gótico, para causar escalofrío y asombro.
Camino siguiendo el patrón rojo, gris, mientras los pasillos se hacen menos, he llegado a la tumba que ahora pertenece a los Marcos.Alucinante, es un lugar, alucinante de verdad.
El señor de toga negra, recita palabras consoladoras, y riega agua al rededor de todos, con una flor y un florero.
Luego pide que todos los que deseen despedirse, lo hagan ahora.
Tomo una rosa blanca con una espina al final del tallo, le doy varias vueltas, y me acomodo los lentes obscuros.
Camino firmemente sobre los monticulos de tierra, viendo como mis zapatos negros se llenan de pequeñas partículas cafés.Cuando estoy frente a ella, sonrió al mismo tiempo que dejo la flor en su caja de madera.
-Te dije que nos veríamos hoy de nuevo- muerdo mi mejilla por dentro sólo para no reír- pero, ya no importa.
Todos se encuentran en algún lugar tormentoso de su mente, están a punto de ver como el ataúd quedaría 3 metros bajo tierra, quizás mas.
-No se te olvide mi saludo al demonio de tus pesadillas. - susurro.
Le dejo la flor blanca, miro a mi alrededor notando que justo ahora, todos parecen insistir en tener una flor igual, pero ninguna es tan especial como la mía.
Es medio día, y la gente sigue acercándose a ella, no pueden terminar con esto, el sol ha salido desde hace un rato, y me ahoga la elección de oufti en la que me enfunde, ¡Dios! Piedad.
Ya es hora, empiezan a llenar el hoyo de tierra, pala, tras pala, cuando por fin, cae la última pala llena, Emilio se rompe, sus sentimientos explotan, se lamenta y maldice; a diestra y siniestra, tiene los ojos cerrados con fuerza al mismo tiempo que cae de rodillas, entonces empieza a quitar puñados de tierra, ejerce tanta fuerza que sus nudillos están blancos. Y No respira bien.
Dos de sus tíos lo alejan del lugar, con facilidad alejan su cuerpo y lo dejan cerca de otra tumba, yo solo me pongo en frente de él, para susurrarle...
ESTÁS LEYENDO
26 días...
Teen Fiction¿estás preparado para enamorarte? o necesitas sólo seguir órdenes y no precisamente las de tu corazón. 26 días donde una historia cambiará el ritmo natural que debía llevar... Narrada por Joaquín. -S...