26 días...

D Í A 12

"Cuanto más perfecto luzca uno por fuera, más demonios tiene adentro."

-sigmund Freud

Con una mano insegura vuelvo a tocar las teclas del móvil basura comprado en un 24 horas, es mi quinta taza de café en toda la noche, los nervios los tengo de punta, hace frío, pero no me importa mucho ahora, el número por fin a conectado...

-¿Sí?
-Maldita sea, es que no pensaban contestar nunca- un suspiro csnsado me inquieta.
-lo siento, tuvimos un encuentro con...
-con papá, lo sé- interrumpo de inmediato, el silencio juega con mis demonios, los tienta- ¿Están bien?
-con un golpe en la nariz.
-Es un idiota de Mierda.
-¿Tú estás bien?
-Con un golpe en la nariz- añado con su mismo tono.
-Bien, ¿sigue con sus ideas?
-Sí, tengo que cumplir con una de sus absurdas peticiones
-¿No has dormido, verdad?- ¡maldición! Una sonrisa fantasma pasea por mis labios, me conoce malditamente bien...
-tengo un plan que ejecutar.
-No tenías porque preocuparte por mí.- acierta de nuevo.
-Me alegra que estén bien, hablamos luego.
-Cuidate mucho, por favor.
-Igual- Cuelgo para encender un cigarrillo, inhalo y exhalo, me lleno enseguida los pulmones de humo, mientras veo mi reflejo desastroso, barba de un día, ojeras marcadas, la puñetera ropa tiene pequeñas manchas de café, el cuarto de motel ruin, apesta a nicotina y perfume barato.

Me pienso dar una ducha y empezar mi plan ahora mismo.

#llamada

-¿Bueno?
-¡Bondoni! Nos tenías preocupado, ¿Dónde te has metido?
-No vuelvas a intervenir el teléfono de Andrés- bufo furioso.
-perdón, perdón, pero tu cuarto...
-¡Yo dije que no entraras a mi habitación!- mi voz obscurece unos tonos, es dura, definitivamente no estoy de humor.
-perdóname, pero no te iba a dejar sólo en donde estuvieras.
-Voy a la casa a cambiarme de ropa y tengo un día muy ocupado.
-¿Sabes que cuentas con nosotros, verdad?

Suspiro.

-Sí, te veo en un rato.

Dos horas más tarde, estoy comiendo un gran plato de crema extravagante que preparó Mario.
Todos estamos riendo mientras la música de fondo ameniza la comida, Diego parlotea tonterías; soy consiente la mirada que Ren le regala bajo un discreto gesto.