D Í A 11

121 12 0
                                    

"Tienes un encanto peligroso... De esos que ni una alta dosis de sensatez puede vencer."

-Anonimo...

[Parte 2]

#llamada

-¿Qué demonios pasa?
-Ayer tuviste una llamada por la noche, el celular de Andrés fue la clave de ya sabes quién.
-¡Oh, no puede ser! Puta madre.
-Lo siento, todas tus cuentas fueron intervenidas, no puedo hacer nada.
-No importa, estoy en el hospital, voy a verlos en cuanto pueda.

Cuelgo con el infierno y los mil demonios a mi alrededor.
No necesito esto, no ahora.

Emilio está llorando escandalosamente en brazos de su mamá, apenas doy unos pasos en su dirección, su hermanita vuelve a estar frente a mi con ese mucho veneno en los labios.

-Emilio no necesita tu presencia ahora, mucho menos la familia de Greta.
-Bueno ¿tú con quien carajos crees que estás hablando? - levante una ceja y esa sonrisa muy irónica, lo cierto es que me estan ganando las emociones y no presisamente las positivas.
-Con un imbécil.

La sangre me hierve, estoy a punto de perdee los estribos.

-¡Cállate ya Romina! Joaquín no tiene la culpa de nada, y yo quiero que éste aquí conmigo.
-No lo entiendes, Él quería separarte de Greta.
-¡Por el amor de Díos Romina! Greta sólo era una amiga.

El odio y repudio que por años me ha dominado emana por mi cuerpo, cierro los ojos tratando de controlarlo, pero me es imposible quedarme callado.

-Te diré una cosa Romina, el peor error de la humanidad es creer que nuestra cabeza es la única que posee ideas buenas. Deberías conocer a las personas un poco más.
-No te voy a escuchar.- me mira retoricamente.
-No lo hagas.

Emilio interpone su cuerpo en el mío y me mira a los ojos.
No quiero estar aquí.

-El funeral será en su casa.
-Emilio todo esto es muy complicado, y yo debo ir a casa a reportar que sigo vivo, te veré más tarde.
-¿No vas a ir verdad?
-Manda la dirección en un texto, te veo más al rato.- le toco el hombro y asiento con una sonrisa.

Camino un par de pasos cuando escuchó entre susurros "Maricón" la risa de Romina es el punto final de toda mi paciencia.

Salgo a pasos fuertes de ese maldito lugar, por mi que se mueran todos.

Subo el volumen al tope de lo posible, continuó itritado, la nicotina de un pobre cigarrillo no siquiera puede calmarme un dedo.

-No recuerdo que acostumbraras a ir a funerales de tus víctimas.
-¿por qué no te callas la boca de una puta vez?
-Solo digo que eso es bastante... Raro.
-Punto uno, no es mi víctima.- me interrumpe casi a la brevedad.
-La mandaste matar, y ni te digo a quien se lo pediste- burlón prosigue- ¿Sigues con esa costumbre de hablar por las madrugadas con tu Maricón?
-Si solo has venido a eso, mejor lárgate.
-De Bondoni a Bondoni, vengo a aclarar un par de puntos.
-Punto dos- no desisto, tengo que hablar- no fui a su funeral ¿es que eres idiota? ¡Aquí estoy! Y punto tres; ¿por qué vaciaste mis cuentas?
-Andrés tomo un vuelo.
-Fueron ordenes- digo a regañadientes a lo que solo asiente.
-No veo resultados.
-No me diste una fecha, no me vengas con eso ahora.
-pensé que te irías con tu amor de media noche.
-Entonces no me conoces- sonreí asqueado.
-Quiero un cadáver.
-¿otro?- oculto el cinismo de manera ineficiente.
-ese no es tuyo, y esa chica no me interesa.
-Bien- suspiro- quiero que no vuelvas a meterte con mis cuentas de banco.
-te haré un depósito extra, esa posilga donde vives me da asco.
-Ahorrate la mierda, ya deberías saberlo. Y no vuelvas por aquí.
-Mañana por la noche, es todo lo que tienes.
-Es lo que necesito.

26 días...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora