Parte 38: Decepción tras decepción

45 3 3
                                    


KELLAN






Si tenía que comenzar por decir algo, era diciendo que había entrado completamente en pánico al despertar en la misma cama con Geremy, ambos desnudos.

Por supuesto que recordaba todo lo que habíamos hecho y dicho la noche anterior, pero eso no quitaba el que me sintiera un idiota por doblegar mis intenciones tan rápidamente. Si había aceptado ir a la fiesta luego de tantos ruegos por parte de los chicos (quienes sorpresivamente se habían comenzado a llevar bien con Chad cuando éste comenzó a salir con Ander) fue meramente porque había decidido dejar mi testarudez de lado y aceptar que Geremy se merecía una oportunidad al menos para explicarse, que aunque su situación no tuviese explicación, al menos debía escuchar de su boca cómo se sentía al respecto y, si aún ahora, luego de tantos meses, seguía queriéndome.

Pero mis planes habían fracasado cuando lo vi beber demasiado rápidamente. Para el momento en que se acercó a mí su aliento apestaba a alcohol y apenas podía mantenerse en pie sin tambalearse, y yo no quería que habláramos de algo tan importante con él en ese estado, incluso me molesté porque mis planes se habían ido por la borda con él borracho, y no sabía si tendría luego la valentía para poder encararlo respecto al tema que me había quitado el sueño durante tantas noches.

Luego de despertar y pasar el shock inicial, dejé que me sostuviera entre sus brazos un poco más, porque realmente temía el rumbo que las cosas fueran llevando luego de eso. Habíamos hecho el amor y habíamos confesado al otro cuánto nos amábamos todavía, y conociendo al orejón desnudo que dormía a mi lado en ese momento, supuse que no quedaría satisfecho conmigo huyendo por la mañana y me buscaría. Me removí de todas formas hasta que él entre balbuceos rodó en la cama dándome la espalda, sonreí y dejé un beso en su hombro, vistiéndome después para bajar a la primera planta y encontrarme a Kris muy risueño con una chica agarrada por la cintura, ella lo alejaba pegándole con un trapo sobre la cabeza.

Carraspeé para llamar la atención de ambos, notando con gracia el sonrojo de la muchacha quien se apartó de un golpe, demostrando que solo se estaba haciendo la "secuestrada" entre los brazos del otro.

—¿Te vas? — Preguntó Kristopher, era lógico que ellos ya sabían lo que había ocurrido con Ger y yo, así que no me molesté en decir algo al respecto. — ¿Geremy sigue dormido? — Asentí, nervioso al captar que había notado mis intenciones, me mordí el labio inferior antes de poder decir algo.

—Solo necesito irme, ¿Bien? No le digas nada, ya veré que hacer... Yo... Joder. Solo necesito aclarar mi cabeza. — Noté a la chica que me miraba con un poco de comprensión y duda al mismo tiempo. — Soy Kellan Revens, un gusto en conocerte. — Me presenté de forma rápida, ella cambió sus gestos por una bonita sonrisa.

—Así que tú eres el famoso Kellan. — Rió con complicidad, no me extrañaba que haya escuchado de mí desde la boca de Kristopher o quien sabe quién. — Soy Amelie.

Asentí en respuesta, indicando luego que me tenía que marchar. Kris pareció querer decir algo más en ese momento, seguramente a favor de su mejor amigo, pero salí de su casa antes de que lograra decir cualquier cosa.

Llegué a casa y me mantuve haciendo nada durante todo el domingo, preparando vagamente las cosas para el día siguiente en la escuela. Tan solo íbamos para marcar presencia, pues dentro de una semana comenzaría el tiempo protegido para estudiar para el examen de ingreso, y comenzaba cada día a sentir más los nervios de los que Kris y Ger hablaron tanto el año pasado.

No lo nieguesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora