¿Dónde estás, papá?

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En un oscuro lugar, una par de ojos grises se muestran serios.

"Oh, parece que alguien no está feliz"

Se burló la voz, pero la persona que la escuchó la ignoró.

"¿Una reunión familiar? Qué hermoso. Me pregunto como será".

-Cierra la boca- respondió.

"Sólo te estoy informando. Además, tú decidiste que eso era lo mejor".

-No...ella lo decidió. Yo sólo cumplí su deseo.

" Yo no lo creo así ".

Es raro que tenga una conversación con él. Pues hace mucho que no lo ha escuchado desde su viaje entre las dimensiones. Ahora tiene una vida tranquila, un esposo que lo ama, un hijo hermoso ¿qué más puede pedir? O mejor aún ¿por qué no lo dejan vivir tranquilo? ¿Cuántos castigos necesita pagar para ya estar en paz?

" Aún necesitas pagar otro precio, es una lástima. Yo también estaría tranquilo, pero no creo que sea posible ".

Ese comentario lo desconcertó un poco ¿acaso quería paz? ¿No quería molestarlo como siempre fue con él?

" Digamos que cuando dejé de hablarte, sentí una extraña calidez en mi ser, una paz que no se puede describir con palabras, supongo...que es lo que llaman paz".

-Paz...- repitió en un susurro.

Al menos, por primera vez, están de acuerdo en algo.

Jolyne llegó a las afueras de la ciudad, en pocas palabras, está en los muelles del lugar, y espera comprar un boleto para subir en un barco, la pregunta es: ¿A dónde quiere ir? ¿Por dónde empezar a buscar?

De su mochila saca la carpeta que tomó del orfanato, la supuesta tía vive en otro país.

"Oh, y para colmo, es muy precavida, supongo que sabe que algún día la buscarías ¿no crees?"

-¿Sabes algo al respecto?- preguntó en voz baja para evitar miradas raras hacia su persona.

"Lo único que sé, es que no creo que te deje encontrarla tan fácil. Tu madre tiene poderes que ni yo misma pueda contrarrestar".

-¿Poderes?- levanta una ceja.

" Sí. Se trata de..."

La conversación fue interrumpida por una carreta que casi la arrolla junto con el caballo y el anciano que lo maneja, pero logra esquivarla.

-¡Ten cuidado, niña! ¡Deberías estar en la escuela!- reclamó con un puño en el aire, pero Jolyne no se inmutó- ¿se puede saber qué hace una niña como tú por aquí?

Jolyne sólo desvío la mirada.

-Oh, ya veo. No eres de las que no les gusta hablar mucho- sin respuesta. La observa con detenimiento y ve que en sus manos tiene una carpeta- ¿buscas trabajo? Si sigues con esa actitud, no podrás hacer amigos fácilmente.

-Nunca fui buena haciendo amigos- respondió por fin, sólo para quitárselo de encima.

-Es una pena. Eres demasiado bonita para no tener amigos, pero bueno, nadie es perfecto.

"¿Por qué no le preguntas dónde puedes comprar un boleto? Sólo así te lo quitarás de encima, te sientes incómoda".

-¡Silencio!- alzó la voz sin darse cuenta, luego mira al anciano- ah, no...nada. Sólo que...yo quiero...ir a un lugar.

-¿Un lugar?

-Sí. Busco a mis...a mi padre.

-¿A tu padre? ¿Hace cuánto que no lo ves?

Jolyne, La encarnación de una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora