El ángel negro

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Han pasado tres días desde que encontraron la primera flecha, el barco aún está en movimiento, suficiente tiempo para que Josuke le contara a Kakyoin sobre Jolyne y de como llegó a la familia Joestar, y también el encuentro con Ciel y Sebastián.

-Ya entiendo, con que eso sucedió- dijo Kakyoin.

-Sí, y me atrevo a decir que este viaje nos ayudará a saber la verdad sobre Jolyne y Jotaro- secundó Josuke.

-Jolyne...ese nombre me es familiar, a pesar de que es la primera vez que la veo.

-Y ella siente lo mismo, siente que te conoce en algún lugar.

-Jotaro ¿en verdad sigue convida?

-Ni yo mismo lo puedo creer- coloca una mano en su cabeza- los recuerdos que tengo ahora creo que son más que mentiras, una parte de mí me dice que debo confiar en ese mocoso y su mayordomo.

-Esos sujetos son vampiros, yo no puedo.

-Lo dices por que tuviste que lidiar con uno ¿verdad?

Kakyoin asintió.

-Por cierto ¿dónde están las niñas?

-En su cuarto. Me dijeron que se tomarán una ducha y después se irán a dormir.

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Shizuka fue la primera en entrar a la ducha, le pidió a su prima hermana que se bañaran juntas, y la chica accedió.

La rubia se metió en la tina, mientras que Jolyne se limpiaba el resto de jabón con la regadera; en eso, la mirada azulada de Shizuka observó la estrella que tenía en su hombro izquierdo, después, se preguntó si la piel de Jolyne es suave al tacto, se estremeció cuando tuvo ese pensamiento extraño, agitó un poco la cabeza y decidió salir de la tina.

-Creo que voy a salir- dijo la rubia.

-Está bien- asintió Jolyne después de cerrar los ojos para evitar que el agua nuble su vista.

Shizuka abre la puerta del baño para salir, sus ojos vieron la larga cabellera oscura de Jolyne, tan brillante y sedoso que a cualquier chica la envidiaría, se sonrojó un poco, no puede dejar de mirar a la chica, el agua hace que su cuerpo brille y su perfil se vea muy femenina, con esos ojos plateados cual luna, podría jurar que ha visto el mismo demonio de la tentación, de nuevo, Shizuka se estremece y sale de ahí lo más pronto posible.

Ya después de un momento incómodo, se apresuró para vestirse y borrar los extraños pensamientos que le rodeaban la cabeza; Jolyne salió después y tenía la toalla enredada en su cuerpo y con otra toalla se seca su cabello. Shizuka de nuevo la mira, pero no es de deseo, sino curiosidad, ya que la chica muestra un perfil oscuro y solitario, es extraño, pues en el baño mostraba resplandor y belleza, pero ahora es lo contrario, los ojos grises se oscurecen con la noche a pesar de que la habitación es iluminada por un foco anaranjado.

Jolyne se quita la toalla de su cuerpo, haciendo que Shizuka volteará la mirada bruscamente con sus mejillas sonrojadas. La morena se da cuenta de las reacciones de su prima hermana.

-¿Estás bien?- preguntó.

-Ah...sí- asintió la rubia.

-¿Estás segura?

-Sí. Debe ser porque tengo hambre.

-Oh, si quieres, ve al comedor tu primero, Josuke y Kakyoin deben estar esperando.

-Claro. Me adelanto- sale del cuarto soltando un profundo suspiro, aliviada de que Jolyne no se haya percatado de sus mejillas sonrojadas.

Mientras tanto, Jolyne se puso su pijama de color lila y se dirige hacia la ventana donde la luna llena suelta su esplendor. Ha pasado mucho desde que pasaba tiempo con personas. Siempre permaneció en soledad lo que le hizo pensar que la amistad y el amor no es más que un cuento de hadas, una ilusión, ya que el mundo fue cruel con ella, su corazón puro cayó en la oscuridad hasta que una estrella la salvó, la niña Shizuka es su luz que le ilumina su mundo, no podía creer que habría una chica así, siempre pensaba que las niñas de su edad eran muñecas de porcelana que son admiradas por hombres llenos de lujuria y deseo, dejando que ellos las rodean como animales en celo, pero Shizuka es diferente, no es como ellas, su corazón puro hace sonreír a los demás...

Jolyne, La encarnación de una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora