El verdadero poder de Jolyne; una promesa rota.

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Shizuka ya no podía seguir corriendo, el fantasma o lo que sea que la sigue está por alcanzarla, sus pies están congelados entre la nieve, sus huesos le duelen hasta que por fin se tropieza con algo.

La criatura se prepara para matarla, pero entonces, un cuchillo plateado es lanzado hacía su guadaña para evitar la muerte de la chica.

-¿Pero qué...?

-Ah...- suspira la persona que lanzó el cuchillo- no es caballeroso acosar a una dama y menos tratar de matarla- entre la oscuridad aparece Sebastián junto con su amo Ciel.

-¿Quién demonios eres?- preguntó el encapuchado.

-Sólo soy un simple mayordomo- sus ojos rojos brillan como la sangre.

El hombre se lanza hacia el encapuchado y comienza la pelea, Shizuka se levanta y se reúne con Ciel.

-¡Qué alegría!

-Qué decepción- dijo.

-¿Eh?

-Pudiste haberte defendido. ¿En serio eres una Joestar?

Shizuka baja un poco la cabeza.

-Bueno, yo...

-No podrás proteger a Jolyne con tu debilidad.

Mientras ambos observan la pelea, Shizuka medita las palabras del chico; sonaron crueles, pero tiene razón, se había prometido volverse más fuerte para así no depender de Jolyne ni de nadie.

-No puedo seguir así- aprieta ambas manos.

Sebastián lanza el encapuchado hacia ellos, pero Ciel usa una mano para evitar que caiga encima de ellos y lo regresa a la nieve.

-Buen trabajo, joven amo- felicitó su mayordomo.

-Eres muy descuidado, Sebastián- reclamó Ciel.

Pero la criatura aún no ha sido vencida, vuelve a incorporarse para volver a atacar.
Sebastián lo enfrenta, el encapuchado no puede ver sus movimientos.

-¿Quiénes son ustedes?- preguntó.

-Ya te lo dije. Sólo somos un par de caballeros que salvan a una dama- respondió el mayordomo con simpleza.

-Malditos- levanta su guadaña, pero una gran ráfaga de aire interrumpe la pelea.

Una especie de puerta dorada aparece y de ahí, aparece Jolyne con una mirada llena de enfado.

-¡Jolyne!- exclamó Shizuka.

-Imposible- jadeo el encapuchado- esa niña debería...

La joven posa su mirada en él.

-Así que tú eres el maldito que atacó a Shizuka ¿Verdad?- sentenció con una voz profunda que hace que la criatura tiemble un poco.

-¿Quién es realmente está niña?- preguntó- su aura es parecida a la de...- en su mente aparece un par de ojos grises, fríos como el acero.

-Dime algo: ¿Tú conoces a mi madre y a mi padre?- la criatura jadea- por tu reacción me dice que así es.

-No sé de qué hablas- respondió entrecortado.

-¡No te hagas el idiota!- alza la voz furiosa- ¡Ya me cansé de todo esto! ¡No te voy a perdonar por lo que le hiciste a Shizuka!

-¿Y nosotros qué?- dijo Ciel indignado. Sebastián intenta reprimir su risa mirando hacia otro lado. La chica ignora el comentario.

-Al joven amo también quiere sentirse importante.

Ciel desvía la mirada- por supuesto que no.

Jolyne sin esperar más, un aura de color dorado la rodea. Con un salto, logra acercarse hacia el encapuchado y lo toma por el cuello, haciendo que su respiración sea irregular.

Jolyne, La encarnación de una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora