Prueba de sangre

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De pronto sintió una bofetada, por fin reaccionó, le costó trabajo aclarar la vista, hasta que ve los ojos de su viejo amigo.

-No debió haber hecho eso- dijo el doctor que había llegado minutos después.

-Al fin reaccionó- sonrió el hombre mayor.

-¿Qué me pasó?- preguntó confundido el anciano.

-Se desmayó al saber que la niña es una Joestar- resumió Okuyasu.

-¿Qué niña?

-La que traje.

Comienza a recordar, la estrella de 5 picos que tiene en su hombro izquierdo. Se incorpora y ve que se encuentra en la sala del despacho.

-¡Ah! Ya recuerdo ¡Esto es increíble! ¡Esto es un escándalo! No voy a aceptar esto- dramatizó el anciano.

-Señor Joestar, calmese- dijo el doctor- su presión.

-¡Olvida eso! ¡Quiero respuestas!- luego dirige su mirada a Okuyasu- repítelo otra vez ¿de dónde sacaste a esa niña?

-Ya se lo dije- respondió lo más tranquilo posible- la encontré en uno de mis viajes y quería ayudarla a encontrar su única familia. Jamás pensé que sería una Joestar.

-Yo...estoy desconcertado- dijo el señor- no puedo creerlo. Llevo muchos años dirigiendo esta familia y nunca, nunca se me escaparía algo como eso. Tiene que haber una explicación en todo esto.

-Y la hay. Sólo respire, está muy alterado.

-Estoy bien- dijo todavía molesto-quiero mi silla ¡traigan mi silla!

La sirvienta se apresuró para acercar la silla, estuvo a punto de caer el anciano, pero Okuyasu le ayuso antes de que sufra una recaída.

-Necesito una prueba de ADN- le dijo al doctor- necesito saber si esa niña es un miembro de los Jostear.

Nunca había visto al señor Joestar tan alterado, ha pasado por muchas cosas en su vida que nunca se había alterado de esa manera.

Jolyne por fin despertó, siente que está en una cómoda cama, se incorpora y ve que no tiene nada de ropa, cosa que se estremeció, su largo cabello cubre una parte de sus pechos, pero la situación no podría ser más vergonzosa hasta que los mayores entraron y vieron el cuerpo de Jolyne, el doctor volteo la mirada, Okuyasu y el anciano se le quedaron viendo al ver el cuerpo desnudo de la chica, sin embargo, la niña cubre su cuerpo lo más rápido que puede y suelta un grito para luego levantar una mano.

-¡¿Qué no les enseñaron tocar la puerta antes de entrar?! ¡Largo!- de su mano, sale una onda de energía que hace que los presentes salgan volando del lugar junto con otras cosas que estaban cerca y la puerta se cierra.

-Lo sentimos- dijo Okuyasu mientras se sobaba la nuca y el doctor tuvo que ayudar al jefe de la casa a levantarse.

-Esa niña tiene un stand- agregó el anciano- aún no estoy convencido del todo.

La sirvienta se acomodaba su ropa, ya que por el golpe hizo que su sombrero de sirvienta se moviera.

Jolyne se levanta de la cama y busca por todas partes su ropa, pero no la encontró, así que va a la puerta y grita para que los adultos la escuchen.

-¡¿Dónde está mi ropa?!

-Baja la voz que no estamos sordos- respondió Okuyasu del otro lado de la puerta- tu ropa está siendo lavada, en un momento te traerán ropa nueva, sólo espera.

Jolyne, con las mejillas sonrojadas se atrevió a preguntar.

-¿Q-quién me quitó la ropa?

-Una sirvienta, tranquilo, no fuimos nosotros.

Jolyne, La encarnación de una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora