Casual love.

Capitulo 1: Chloe

Otro día más cansada, este ritmo de vida me está matando. Llegué a casa y vi a mi querida Rebecca, es la única que me ayuda a mejorar mis días con sus miles de historias que le pasan en la universidad y como no, dándome envidia.

-Chloe no sabes qué me ha pasado hoy- rei nada más entrar

-Hola Chloe cariño ¿Qué tal el día? ¿Todo bien? ¿Muy cansada? Ven que te hago un masaje de pies- me tiré en el sofá poniéndome las manos en la cabeza, vino y se sentó a mi costado

-Hola amor- me dio un beso en la frente- Espero que no estés muy cansada y que no hayas tenido mucho trabajo, porque tenemos que hacer la cena - la miré desafiante

-Que sepas que te odio, pero solo un poco

-Venga va, vamos. No te quejes que yo tengo más problemas que tú

-Oye, tus padres tienen dinero, estudias la carrera que quieres y vives conmigo ¿Qué más quieres ?- saqué la lengua y le guiñe el ojo

-No todo es eso y lo sabes, pero quiero que me cocines, cocinas tan bien- dijo alargando el "tan"

-No cocino bien, lo que pasa que eres una vaga - me levanté y fuimos a la cocina, algo rápido de cenar y pronto a dormir para aprovechar lo máximo posible las horas de sueño

-Re, pásame la sal- dije haciendo la tortilla

-Toma, y casi está la ensalada

-Uh si, una ensalada- dije mirándola fijamente y negando- En qué momento acepté vivir contigo

-Venga va, si soy un amor - dijo sonriendo como un bebé

-Un poco, pero yo más

-No, tú eres borde pero cuando se te conoce no - alzó la ceja -Supongo que será una ventaja

Nos sentamos a cenar, mañana sería otro día más, estar 10 horas trabajando cada día de la semana para ganar 870 libras al mes con un solo día de descanso es bastante frustrante. Ya tengo casi dos años recaudados para la matrícula de la universidad solo me quedan otros dos años y podré entrar en psicología. Suspiré, todo es tan difícil. Me gusta psicología porque me encantaría trabajar para ayudar a los enfermos mentales, poder darles una vida mejor, por eso estaba buscando por otro lado trabajo que pagarán más para no tardar tanto en conseguir todo el dinero. Rebecca se ofreció a dejarme dinero pero claro está yo no acepté, no me ha gustado nunca deber nada a nadie. Entonces ella me ayudó a echar currículum de forma online, puesto que gente de dinero utiliza más esas aplicaciones según su padre nos dijo y podría entrar como limpiadora o cocinera en algún sitio de más prestigio.

Mis padres no tienen suficiente para pagarme mis estudios y tampoco para pagar mis caprichos así que decidí irme a vivir sola y hacer mi vida, entonces Rebecca se encontró en mi camino y el destino decidió que nos juntáramos, ella buscaba compañera de piso no por necesidad de no poder pagar el piso si no porque necesitaba compañía. Ella me vio leyendo el mensaje y habló conmigo, claramente el dinero que pedía no podía pagarlo así que hicimos un trato y cuando a veces no llegaba a darle el dinero, ella lo ponía, es una verdadera amiga. Llevo 2 años de camarera en un restaurante de lujo aquí en el centro de Toronto, Canadá, no me pagan poco pero trabajo demasiado y encima los clientes no es que sean muy respetuosos con el servicio, es decir con los camareros como yo pero es lo que hay que aguantar.

-Buenas noches amor, que mañana tengas buen día- dijo sonriéndome

-Buenas noches cielo, igualmente y suerte para tu examen

-¡Gracias!, crucemos dedos - lo hicimos las dos a la vez y le dimos un beso a cada dedo como siempre hacíamos cuando decíamos esa expresión. Yo me quedé un rato más en el sofá viendo un poco la tele, tampoco podía llegar cenar y acostarme, así que me quedé ahí.