Capitulo 12: ¡Fiesta!

701 38 0
                                    

Al fin hoy era viernes, quedaríamos todos y sería muy buena terapia sobre todo para mí ya que me podría desahogar y dejar de pensar en el trabajo por un rato que últimamente mi mente sólo está enfocada en ese tema.

-Buenos días - Re me dio un beso en la frente -¿Otra vez pensando en Adam?

-No- suspiré -Estoy deseando que llegue esta noche para poder despejarnos, bailar un poco, disfrutar y que mi mente deje de pensar por un rato - puse mis manos en la cara

-Estás demasiado agobiada con el tema trabajo, no pienses tanto. Es tu jefe y ya está, no le des más vueltas tampoco es algo tan malo ¿No? De todas maneras tú decías que no buscabas nada con él, que no te gustaba

-Ya- solté de manera seca

-Te veo esta noche- me abrazó y se fue, no tenía nada de hambre así que me dirigí directamente a la parada del autobús para empezar y acabar en cuanto antes este día. Esperé unos 20 minutos y me monté después de varios minutos llegué a mi destino y a mis queridas dos cuestas por subir, suspiré y las afronté. Al llegar vi a Ángel en la puerta

-Buenos días Ángel ¿Has desayunado?- dije de manera animada -No porque siempre desayuna en su descanso pero, hoy vamos a hacer una cosa - entré en casa y cogi una pequeña mesa y la puse en la entrada, pesaba bastante a decir verdad y casi me caigo por el escalón que había para salir

-¿Qué haces?

-Vamos a desayunar, no he desayunado y hoy hace calor no puedes estar tanto tiempo sin comer - entré a por una silla y luego saqué otra

-Si nos ve el jefe- lo corté

-Él está trabajando, así que no pasa nada. Voy a cocinar algo, unas galletas y zumo de naranja natural- volvi a entrar y me puse el delantal. Cociné las galletas de forma rápida para no tardar mucho pero había llegado con tiempo por lo mismo, para poder desayunar con Ángel ya que en casa de por sí no tenía hambre, mi ánimo había mejorado instintivamente y quería pasarlo bien con él. Saqué las galletas y el zumo

-¡Cuidado que voy!- dije gritando saliendo por la puerta

-Estás loca, madre mía que bien huelen- inspiró fuertemente- Muchas gracias por cocinarme

-Ven prueba - le metí una en la boca y quemaban bastante, se le notaba en su cara

-Están, están muy buenas- intentó decir, rei y me senté en la mesa

-Pues vamos a desayunar- sonreí y serví zumo para los dos -Ángel llevo dos semanas aquí y a penas te conozco- dije comiendo una galleta

-¿Qué quieres saber?

-¿Estás casado?

-Estaba- dijo de forma triste- Creía que era el amor de mi vida, para mí lo sigue siendo a decir verdad pero para ella no lo era, o eso pienso

-¿Qué pasó? Si es que puedo preguntar

-Claro que sí me viene bien hablar - me sonrió - Llevábamos peleándonos mucho tiempo y llegó un día que al volver a casa ella no estaba, la llamé pero no me contestaba y me decía que el teléfono estaba apagado

-Te colgaba

-Exacto, y sin más desapareció de mi vida

-Pues entonces no era el amor de tu vida, yo sí creo en el amor verdadero el amor para toda la vida. Aunque últimamente estoy creyendo menos pero siempre me queda la esperanza de que alguien te ame bien, que en los momentos malos se quede contigo y no se vaya, que os apoyéis- comí otra galleta y alce los hombros - No sé, quizá sea un poco ingenua

Casual love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora