Capitulo 18: Duras confesiones

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-Rebecca - dije nada más llegar a casa, solté las cosas y cerré la puerta

-¿Todo bien?- asentí

-Hoy he quedado con Adam, viene a recogerme a las siete y media

-Ves te lo dije, él quería hablar contigo

-¿Qué me pongo?¿Me arreglo mucho?¿O me pongo algo normal? Ayúdame

-¿Te ha dicho dónde vais?- negué

-Tampoco es una cita así que más vale ir normal que ir demasiado ¿No?

-Chloe no olvides que es Adam, un empresario con mucho dinero no puedes ir con un pantalon vaquero y algo arreglado de arriba como estás pensando

-¿Entonces qué?

-Dúchate yo te miraré algo y luego haremos algo con ese pelo tuyo

-¿Recogido?

-Según lo que te busque, vete ya a la ducha - asentí y me cogi la ropa interior, luego entré en la ducha y después de casi 40 minutos salí

-¡Vamos pruébatelo!- me grito nada más salir

-Espera voy a echarme crema en el cuerpo y secarme el pelo

-Venga Chloe son las seis y media

-Hemos quedado a las siete y media, queda una hora

-Una simple hora para vestirte, maquillarte y peinarte - me dijo irritada

-Está bien está bien- me embadurné el cuerpo de crema y luego me sequé el pelo lo más rápido que pude. Salí y me probé el conjunto que me había preparado Rebecca que constaba de un pantalón de pinza blanco un poco ancho, una camiseta metalizada y unos tacones del mismo color. Metió varios complementos y un bolso

-¡Perfecta!- gritó cuando salí de la habitación

-¿Si?

-Vale desvístete que te tengo que peinar - asentí y me quedé en ropa interior. Me senté en el banco del cuarto de baño y empezó a hacerme obras de arte, también llamado rizos, en mi pelo

-Alexander a penas me llama- dije mirándola

-¿Y qué? Tienes a Adam

-Alexander era mi amigo

-Estará ocupado con el trabajo, ser el abogado de una gran empresa no es fácil y trabajar para Adam menos

-Tienes razón - asentí levemente

-¿Estás nerviosa?-negué -¿Ni un poco?

-Un poco pero solo por volver a verlo no por otra cosa, no es una cita y por eso sé que no va a pasar nada

-Eso nunca lo sabrás querida

-Si lo se Rebecca

-Está bien lo que tú digas, voy a traer las pinturas ve vistiéndote- asentí y me miré al espejo, el pelo rizado me gustaba mucho da bastante volumen al cabello. Me vestí excepto los tacones, no quería sufrir de dolor de pies antes de tiempo

-No me pintes demasiado, no quiero parecer una puerta - dije entrando al cuarto de baño

-Tu cállate y cierra los ojos- asentí y casi me quedo dormida, ella tiene tanta paciencia para hacer las cosas que la admiro- Lista, mírate y mira mi obra de arte - me levanté y me miré de cerca

-Madre mía, me encanta la pintura en los ojos

-Tono metalizado como tu camiseta, sencilla y natural pero bastante guapa

Casual love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora