Capitulo 34: Amenaza

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-Dónde has estado- escuché a Rebecca -¿Por qué has tardado tanto?

-Me invitó a cenar - alcé los hombros - Por haber ido así de rápido y por preocuparme

-¿Qué le había pasado?¿Por qué tanta urgencia? - su tono de voz era extraño, como intentando interrogarme

-Pues- mierda no había pensado en una excusa para decirle, porque no le voy a soltar de repente que estoy con él se lo iré contando poco a poco - Hizo fuego en la cocina intentando cocinar él

-¿No lo pudo apagar él?

-Lo apagó él Re, pero me pidió ayuda y que por favor le hiciera algo de cenar

-Ah- intenté que no viera mi mano, la cual yo misma no paraba de mirar

-Me voy a dormir- le di un beso en la cabeza y luego me dirigí hacia el cuarto, me puse el pijama y me quedé en la cama observando el anillo. No podía estar más ilusionada y más enamorada de Adam, creo que tenía todo lo que buscaba me encantaban hasta sus defectos me parecían tan humanos y tan perfectos. Un mensaje llegó a mi bandeja de entrada y era Adam

"Buenas noches novia oficial, ya te echo de menos un beso nos vemos el lunes" - No podía evitar sonreír como una tonta al ver ese mensaje, al ver la foto que me mandó en la cuál salía con el anillo y al saber que tenía a ese gran hombre a mi lado.

"Buenas noches novio oficial, también te extraño un beso más grande"- solté el móvil en la mesita de noche y cerré mis ojos con miles de cosquillas en el estómago, los nervios a flor de piel y los sentimientos saliendo por mis poros me costó conciliar el sueño porque no dejaba de pensar en él, sus ojos su rostro y sus labios, su perfume siempre quedaba en mi ropa y en mi cabello haciendo que no lo olvidara ni un sólo segundo.

El día de domingo paso de forma rápida, sin mucho que hacer y claro está era domingo día para descansar y no hacer nada puesto que al siguiente día es día laboral. Estaba ahora mismo en dirección a casa de Adam con unas ganas enormes de encontrármelo allí, de verlo de nuevo y recordar todo lo bonito que nos pasó el otro día, Ángel me miró sonriente

-Buenos días - tocó mi hombro y miró mi mano- Bonito anillo

-¿Se lo ha contado?- dije sonriendo, él me asintió y luego entré con más ilusión todavía.

-Buenos días - escuché atrás mía en el jardín, me giré y vi a Adam vestido de traje

-Buenos días - me acerqué y me abrazó oliendo mi cabello como típicamente hacía

-Estás guapísima hoy - nunca me había dicho algo así

-Estoy como siempre- dije nerviosa colocándome un pelo detrás de la oreja

-Será por tu mirada o por tu nuevo complemento- cogió mi mano y dio un beso- Me tengo que ir a la oficina, te vengo a recoger para comer

-¿Vamos a salir a comer? - él suspiró

-Con mis padres- bajó la mirada

-Ey no pasa nada, tranquilo- le sonreí tranquilizándolo

-No quería ir pero ellos insistieron, querían volver a vernos a los dos juntos

-No pasa nada, terminaré e iré a casa a arreglarme

-Gracias, de verdad- besó mi frente y se marchó hacia el garaje. Suspiré, intentaré mentalizarme para el almuerzo y de nuevo enfrentarme a sus padres.

-Hola- dije mirándolo, me monté en el coche y le saludé con un beso en la mejilla

-¿Lista?¿Segura que quieres ir?

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