Casual love.

Capitulo 2: Señor

Me levanté otro día más, llevando a cabo los mismos pasos que siempre hago y saliendo de casa con la mínima energía, para variar.

-Vaya cara traes hoy - dijo John, lo miré con ojos entornados y suspiré

-No dormí muy bien ayer, pasé mucho frío - dije poniendo puchero

-¿Por qué no te tapaste?

-Si me levanto a coger otra manta me desvelo y no puedo dormir

-Pero tampoco pudiste dormir sin la manta

-Tienes razón, pero por lo menos alguna cabezada eché, no lo es lo mismo- alcé los hombros

-Eres un caso nena- me tocó el hombro -Seid por fin me pidió ayer de salir, ya era hora

-¡Por fin sois novios!- dije dando saltitos

-Si hija si, le costó decir las palabras

-Bueno ¿A la boda estaré invitada no?

-Mmm no sé

-Va John, me sé toda vuestra historia, como os conocisteis vuestro primer beso y todo, de todo- dije mirando sus partes y él rio

-Claro nena, tú eres la primera invitada no lo dudes - me dio un beso- A empezar el día - miró hacia la puerta poniéndome ojitos y levantando la cejas

-¿Qué pasa?- dije mirando - Oh dios mío

-Ha vuelto como dijo, Alexander, señor sexy guapo con dinero y sexy de nuevo - lo miré con incredulidad

-Ve tú, por favor- dije cogiéndole las manos

-Vas a ir tú pero vaya cara, ni polvos te has echado- negó con la cabeza -Venga, ve - refunfuñé y acabé yendo, al fin y al cabo es mi trabajo.

-Hola buenos días ¿Qué desean tomar?- dije mirando la tablet

-Buenos días Chloe - dijo de nuevo Alexander, solo me limité a sonreír - Lo mismo de ayer

-Y a mi tráigame una tostada con aceite - dijo aquel hombre, levantó la vista y miró mis ojos. Me quedé fijamente mirando a los suyos, no sé qué tenían pero algo me llamaba la atención en ellos. Me transmitían varios sentimientos, sentimientos diferentes a todos los demás. Él me sostenía la mirada, pero la aparté rápido

-Enseguida- me dirigí hacia otras mesas para atenderles. Pero sentí unos ojos mirándome, siguiendo cada movimiento que hacía pero no sabía de quién eran. Me encontré con John en la cocina recogiendo los pedidos

-No deja de mirarte

-¿Quién?

-Ese, el amigo de tu "Alexander"- dijo en tono de burla, los miré y estaban manteniendo una conversación apretada

-No, imposible- dije cogiendo su pedido-Él no es

-¿Imposible?¿Por qué?

-La otra vez que vino ni siquiera me miró, hoy solo me ha mantenido la mirada. No creo que me mire por mirar

-Que poco te valoras nena, corre corre, ve ahora que no está Alexander, a ver si te habla

-Me valoro lo que soy, la realidad, no más allá. Pero ¿Por qué me iba a decir nada John? Sólo es un cliente más, rico y estúpido como otros muchos - llevé el pedido, efectivamente estaba solo mirando algunos papeles

-Aquí tiene, que aproveche y sea de su gusto- misma frase repetida cada día al atender las mesas

-Gracias- lo miré con incredulidad mientras colocaba su tostada