Capítulo 5

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Dejo su casa veloz, recordaba la casa de Shiki porque solía llevar a Akane de vuelta cuando se encontraban, toco el timbre, el hombre le permitió pasar, le sirvió un taza de té y se sentaron en la sala.

—¿Ha sucedido algo malo? ¿La señorita olvido algo contigo?

—No vengo a hablar respecto a Akane—Shiki encendió un cigarrillo—es acerca de Izaya.

—¡¿Le paso algo?! ¡Joder, sabía que no debía dejarlo ir! —tomo su celular, pero el chico lo detuvo.

—Está bien, supongo—Shiki se sorprendió de su actitud impulsiva—quiero saber acerca de Orihara Izaya.

—Si es eso, preguntale al mismo Izaya—le dio una calada a su cigarrillo—yo no sé nada al respecto.

—Sé que trabaja para ti.

—Eso no significa que deba saber todo acerca de él.

—Lo dudo.

—¿Por qué? —observo su mirada penetrante.

—Me he dado cuenta la manera en que sueles mirarle, casi con aprecio y calidez, le miras como un padre a su hijo. Por ello se, que es importante para ti, no dejarías que nada malo le pasara, incluso hace un momento, te preocupaste inmediatamente por su seguridad.

—Hmp, pensé que eras más lento—apago el cigarrillo—me sorprendes.

—¿Desde cuándo lo conoces?

—Desde que era un bebe, no, corrección, desde que estaba en el vientre de su madre.

—¿Sabes si él y yo éramos amigos antes? —Shiki se rió un poco.

—Parecían sanguijuelas, unidos casi como si la misma tijera los hubiera cortado—relajo su expresión—ah, en ese entonces, Izaya parecía volver a disfrutar de su vida.

—Ya veo—tomo notas mentales—¿ha que te refieres con "volver a disfrutar"?

—Así que, aun no recuerdas por completo—esta vez Shizuo se sorprendió por el comentario—¿no crees que es mejor así? A veces ignorar algunas cosas nos hace felices. Solo mira a la sociedad creyendo las mentiras que mas le convienen.

—No quiero ignorar nada, incluso si eso me vuelve infeliz, prefiero saber todo—Shiki pareció convencerse.

—Ese mocoso es un idiota aunque diga lo contrario, es igual a su madre, siempre tomando decisiones apresuradas y poco asertivas cuando se requiere, no me gustaría que pensara que lo he traicionado nuevamente, pero, también me preocupa la manera en que vaya a manejar las cosas respecto al posible regreso de Ren.

—¿Lo conoces? ¿A ese tal Ren?

—¿Se ha cruzado contigo? —la exaltación volvió a su voz.

—No, es solo que Izaya lo menciono antes.

—Sí, supongo que debe estar muy estresado por volver a verlo. Si te encuentras con ese sujeto, no confíes en él, es peligroso en verdad, tampoco menciones a Izaya en absoluto—se acomodó en el sofá.

—Entiendo. Dime, ¿Cómo lo conoces?

—Solía jugar con Izaya cuando eran niños, pero, bueno, estaba atrofiado por el entorno familiar en el que se desarrolló, trato de violarlo—Shizuo se asustó—maneje la situación, lo aleje lo más que pude, aunque mis hombres me han dicho que lo han visto deambular por los alrededores últimamente—el rubio se levantó.

—Gracias por la información.

—No es nada, tú tienes más fuerza para detener a ese maldito—encendió otro cigarrillo.

—Antes dijiste, que no debiste dejarlo ir—estaba por salir del departamento—¿a qué te referías?

—Izaya vino a verme ayer, me dijo que buscaría a Ren y lo atraparía, si es que realmente había vuelto.

—¿Sabes dónde se reunirían? ¿Tienes alguna idea?

—Había un viejo bar, uno en el que su madre solía trabajar. Lo he remodelado, probablemente, estará ahí—le lanzo una tarjeta dorada—con eso entraras sin problemas, usa algo decente—le indico su traje—el show comienza a las diez—Shizuo estaba dispuesto a marcharse—protege a mi hijo—aunque la puerta crujió al cerrarse, los oídos del rubio captaron esas últimas palabras.

Rosez |Shizaya|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora