Han pasado dos semanas exactamente desde la última vez que Shizuo cruzo palabra con Izaya, para entonces, había ido de un lugar a otro preguntando por él, pero siempre era la misma respuesta: no lo he visto.
¿Acaso se había marchado de nuevo de Japón? Se sentía tan extraño al pensarlo, realmente quería saber lo que había pasado entre ellos, porque solo hasta que se imaginó un leve pasado junto a él, había logrado no sentir ese vacío en su pecho que apareció en su último año de preparatoria.
Cuando intento preguntar en su escuela, encontró su foto de graduación sin Izaya en ella, pero aunque una imagen vale más que mil palabras, no estaba seguro de que mostrara su pasado por completo. Shinra se negó a hablar, al igual que su hermano, así que solo le quedaba una persona por cuestionar.
Se dirigía a la casa de Kadota, antes de llamar a su puerta, lo escucho bajar de la camioneta de su amigo. Caminaron hasta el parque infantil detrás de su departamento, tomaron una soda mirando los juegos y a los niños.
—Creo que sé a qué vienes.
—¿En serio? —destapo su lata.
—Sí, no he visto a ese informante desde hace ya un tiempo.
—Debí esperar esa respuesta.
—Oi, Shizuo—le miro serio—¿Por qué quieres encontrarlo? —unos minutos de silencio siguieron antes de la respuesta.
—No lo sé exactamente—dio un sorbo al líquido gaseoso—es solo que, cuando pienso que puede estar en problemas, algo dentro de mí, se agita.
—Es solo que quieres golpearlo como siempre—bebió su soda restándole importancia.
—Diferente.
—¿Qué?
—Es un sentimiento diferente, creo que antes éramos buenos amigos o muy allegados, cuando solía mirarlo, aun cuando quería golpearlo, un poco de tristeza surgía en mi interior, como si supiera que el realmente estaba sufriendo—rio un poco—debo estar loco.
Kadota guardo un extraño silencio, uno incómodo.
—Yo conocía a Izaya en la secundaria, en el último año—Shizuo lo miro sin decir nada—el me ayudo el primer día, eventualmente nos volvimos amigos.
—¿Izaya te ayudo? Seguro quiso algo a cambio.
—No, él realmente no es así—sin darse cuenta, la lata en sus fuertes manos se abollo un poco al notar esa cara tan gentil que Kadota tenía al pensar en Orihara—escuche que hizo cosas terribles antes de que me transfiriera a Karasuno, la secundaria a la que asistíamos, pero nunca me aprecio ese tipo de persona, se veía tan solitario y herido, así que me quede a su lado. Gracias a él, los conocí a Shinra y a ti. Pienso en él como un preciado amigo.
—Pero siempre le dices a todos que no es bueno relacionarse con Izaya.
—Él mismo me pidió decirlo—el rubio se sorprendió—prometí no decir nada, pero ese mocoso actúa sin pensar—se levantó—Izaya es el más frágil de nuestro cuarteto, un chico impulsivo y desconfiado, un ingenuo demasiado noble para su entorno.
—¿A dónde vas? —pregunto al verlo caminar.
—Creo que hay algo que te pertenece.
Anduvieron de vuelta al departamento de Kadota.
—No puedo soportar que ese chico se lastime a sí mismo—rebuscaba en su armario—¿no piensas tu igual?
Quiso decir que no, pero en el interior de su mente, una voz grito lo contrario, esa que noche tras noche repetía susurros que le cortaban el sueño y le mostraba borrosas imágenes.
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Rosez |Shizaya|
FanfictionMe pregunto, en mi soledad, si tú, ¿aún me amas? acaso, ¿me esperaras en la puesta de sol si te llamo? en el alto cielo nocturno, veo dos estrellas idénticas a nosotros, ¿tú también puedes verlas? aquí, a mi lado, me pregunto si vendrás. Las rosas...