z u l e t z t

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Dos días después

Ambos se encontraban frente al piano tocando a dueto, finalmente Yoongi había aprendido la melodía que Jimin compuso para él, hasta tiempo hubo para componer juntos.

Las semanas se habían pasado lentas en aquel invierno. Los jóvenes amantes compartían memorias y sentimientos, se encontraban ajenos a cualquier situación que el exterior tuviera.

La melodía quedó a medias debido a que Yoongi había parado, Jimin se giró a ver qué sucedía con él. Cabizbajo, el mayor sonrió a medias sintiendo una presión sobre su pecho, un sentimiento familiar se desbordó por toda su alma, creando así un calor en su corazón, solo se sentía así con Jimin.

Jimin colocó una de sus manos sobre la de Yoongi, éste último se dio cuenta de lo pequeña que era sobre de la suya así que sonrió un poco más. Levantó la cabeza conectando su mirada con la del más pequeño, sonrieron.

La inmensa armonía que sentían en sus corazones era incomparable, no podía medirse. Los dos se dieron cuenta de lo perdidos que estaban en el otro. Sus almas siendo poco a poco conectadas tan solo con esa tierna y eterna mirada.

Sabían lo que venía, lo deseaban, lo anhelaban. Yoongi lentamente se acercó al rostro del menor, rozó sus labios de una manera tan delicada que sintieron cosquillas, ansias por probar más aun cuando ya lo habían hecho. Sus labios se juntaron, era un beso diferente a cualquier otro que se hubieran dado. Yoongi movió sus labios y de inmediato Jimin siguió el ritmo, sus corazones latían al mismo tiempo, sus mentes daban mil vueltas pensando sobre lo espléndido que era estar juntos ahí y ahora.

Tomaron aire para continuar con su demostración de afecto, ese que no puedes demostrar con palabras, sino con acciones.

Jimin entrelazó su mano con la de Yoongi, y el colocó su mano libre en el cuello del menor creando así un tacto más cercano. Jimin fue el que rompió el beso mirando detenidamente a Yoongi.

El teniente se levantó el banquillo del piano tomando a Jimin de la mano haciendo que él se levantara igual. Caminaron juntos hacia la habitación asignada para Yoongi. Entraron y juntaron nuevamente sus labios con un deseo más profundo, sus lenguas se tocaban desesperadas, la respiración agitada de ambos era lo único que se escuchaba en el lugar.

Se separaron por falta de aire, Yoongi tomó a Jimin de la cintura guiándolo a la cama, el mayor se sentó en el colchón, Jimin quitó el abrigo que cubría su cuerpo del frío, en seguida de eso, se dispuso a quitar su camisa, desabotonando lentamente. Yoongi respiraba agitadamente, el bulto en sus pantalones podía esperar a ser atendido, el solo deseaba ver a Jimin desvestirse tan inocente, tan puro. El menor cubrió lo que pudo de su cuerpo tímidamente, estaba más delgado, sus costillas se notaban, su abdomen era plano totalmente, sus brazos eran muy delgados, en cambio Yoongi lo encontraba totalmente precioso, quedó boquiabierto al verlo tan expuesto, tan él.

Jimin lo miró con ojos llorosos, se sentía incómodo, en un pasado su cuerpo no era una inseguridad para él pero eso había cambiado, quería que Yoongi hiciera desaparecer esa inseguridad, quería que lo hiciera sentir amado, que quitara esa repulsión de su mente. Y Yoongi lo haría.

El mayor estiró su mano hasta posarla en la cintura de Jimin, acarició en círculos imaginarios haciendo que se relajara, el pequeño dejó de cubrir su torso colocando sus brazos a sus costados, Yoongi subió su mano suavemente por todo su abdomen, Jimin sonrió colocándose a horcajadas, los ojos de su enamorado brillaron al igual que los de él.

Jimin comenzó por desabotonar la camisa de Yoongi, acariciando en cada espacio descubierto de su pecho. Jimin se sorprendió por lo suave que era la piel lechosa de aquel individuo. Llegó al último botón rozando levemente la erección del mayor, el rubor se apoderó de sus mejillas, quitó completamente la camisa de Yoongi, se acercó a su cuello donde depositó un leve beso, la piel de ambos se erizó.

Piano -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora