A la mañana siguiente mi energía estaba al tope, en ese momento era un muchacho demasiado feliz, subí al cuarto de baño a hacer mis necesidades, cambie mi pijama por el traje con el cual trabajaba y me senté a la mesa para desayunar, leía el periódico cuando llamaron a la puerta de entrada, me levanté para abrir la puerta, para mi sorpresa no era nadie, giré mi cabeza para ambos lados pero ni un alma rondaba, un poco confundido regresé adentro a desayunar.
Le pedí a mamá varios slekis para poder comprar algún ramo de flores para Seokjin. Entré a la zona del Dreko, era la primera vez que pisaba ese lado, el este, yo siempre entraba por el norte así que era mi primera vez ahí, las casas estaban estables en cuanto a estructura, en las calles no había cuerpos en descomposición, no olía a orina o vómito o a muerto, era diferente si, pero seguía siendo parte del apartado judío y eso no quitaba el ambiente nostálgico.
Caminé varias casas adentro tratando de encontrar un lugar donde vendieran flores, caminé y caminé pero no encontré ningún lugar, al fondo vi el hospital, cada vez estaba más cerca, mi corazón latía rápido, seguí caminando en línea recta hacia donde estaba Jin. Entré por la inmensa puerta de madera, en ella se encontraba tallada la estrella que los judíos portabamos.
Me recibió una señorita como de 28 años, me llevó hacia lo que sería la recepción, una señora con cara de pocos amigos pidió mi permiso, hizo unas preguntas para el registro y me entregó una ficha con los datos un poco resumidos. Me indicó que Jin se encontraba en el quinto piso, subí las escaleras cada vez más nervioso, mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba, tan sólo tres habitaciones más y me encontraría con él.
Finalmente llegué a la habitación, me encontraba frente a la puerta, estaba tan nervioso que regresaría a casa, una enfermera salió de la habitación haciendo que olvidara mis pensamientos.
-Que bueno que llegas, necesito un poco de ayuda para darle un baño y cambiar sus vendajes, Namjoon avisó que vendría su primo a visitarlo, puedes entrar cariño, trátalo bien ya que hoy está un poco irritable, ahora vengo.- sin decir más se fue.
Entré a la habitación, Jin se encontraba dando la espalda a la puerta así que no me vio entrar, me alegré por ello. Caminé hacia él, al acercarme lo suficiente vi que sus ojos se encontraban cerrados, acaricié su cabello.- ¿y mi Jimin?- dijo, su voz un tanto quebrada hizo mi corazón pequeño, me incliné para besarle la mejilla -Aquí estoy.- dije y el rápidamente abrió sus ojos volteando a verme, sus ojos llenos de lágrimas y sus labios temblorosos pronunciaron mi nombre tratando de verificar que en realidad era yo, se trató de levantar de la camilla pero no pudo, muecas de dolor se apoderaban de su bello rostro.
-Mi amor no debes moverte, estas en malas condiciones, yo iré hacia ti.- le mencioné tranquilamente, el parecía haber visto un fantasma o algo parecido, me senté en la camilla al lado de Jin, tomé su mano, sus ojos poco a poco recuperaban aquel brillo que me hacía sentir tranquilo, me incliné despacio, coloqué mi mano derecha en su mejilla y la acaricié levemente con mi pulgar, se había sonrojado y eso le dio una imagen más tierna, dejé mi mano ahí, me incliné nuevamente para juntar nuestros labios, rozaron levemente, la enfermera entró sin avisar a la habitación y yo me reincorporé rápidamente.
-Listo cariño, es hora del baño, ven conmigo.-la seguí hasta el otro lado de la habitación.- Debo advertirte que si eres alguien sensible tal vez sea difícil ver su cuerpo en estas condiciones, tiene heridas que aún sangran y los moretes al ser tocados le duelen, los huesos de la columna se le llegan a notar, cariño, Namjoon mencionó que eres muy cercano a el, como si fueran hermanos, ¿quieres bañarlo tu solo? Yo te explicaré como hacerlo y los dejaré, ha pasado tiempo que no se ven y necesitan estar juntos aunque sea por un rato, Namjoon tiene boca floja y me contó todo, no pongas esa cara.- rió gracias a mi cara de confusión y cierto nerviosismo. Llenó la tina con agua lo suficientemente caliente mientras me explicaba como bañar a Jin, era la primer vez que hacía algo así, era mucho para mi, pero al tratarse de Jin valdría la pena. La enfermera lo ayudó a levantarse junto con un bastón de apoyo, bajé mi mirada hacia sus piernas, estaban llenas de rasguños y moretes, varias vendas rodeaban su tobillo y rodilla izquierda, la enfermera se agachó para quitarlos, Jin me miraba con cierta vergüenza y yo sólo me limité a sonreirle con cariño, caminamos los tres hacia la tina, Jin metió su pie izquierdo y tomó de apoyo a la enfermera para poder meter el otro.- Aquí te dejo solo cariño, ya sabes como hacerlo, cualquier cosa me gritas y yo vendré corriendo, suerte.- sin más que decir la enfermera salió del cuarto de baño y cerró la puerta.

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Piano -Yoonmin-
Hayran KurguPark Jimin, un pianista judío que hace de todo por sobrevivir en la Alemania de Hitler, su vida dependerá de un teniente alemán que quiere ser aprendiz de Piano, dependerá de Min Yoongi Iniciada 13'mayo'2019 Finalizada 12'noviembre'2019