Él

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Mamá dice que ellos son como nuestra familia, mis hermanos se han ido hace poco y a falta de ellos, juego con él, ya que es el único cachorro que encuentro en este sitio. Al final si resultó ser que me llamo Robespierre y me agrada mi amo, se llama Alexandre por cierto, pero a veces le dicen "hijo" supongo que será otro nombre, como sea, me rasca cuando quiero, me deja dormir tranquilo y deja caer bocados al suelo cuando estoy escondido bajo la mesa para que los coma.

Somos un buen equipo, le ayudo a no dormirse cuando hace eso que llama "tareas" en el mueble de madera. Camino por todo el lugar y siempre termino en su regazo dejando que me rasque, es mi colaboración para con él, porque una vez se sienta frente a la madera, no vuelve a moverse por horas. Aunque es molesto que siempre quiera usar mi juguete, mordisqueo la pluma todo el tiempo que él insiste en usarla cuando se sienta ahí, pero se lo presto y a cambio él juega conmigo en las noches cuando le da por dormir, ¿Quién necesita dormir en las noches? Yo duermo en el día que es tan aburridor, él debería hacer lo mismo y por eso le despierto

Todos aquí tienen nombres raros por cierto, nadie les dice del mismo modo, pero son buenos, yo por mi parte, les llamo igual que Alexandre, "Madre" y "Padre", pero en realidad sus nombres son más largos, Madre Madame Annelisse es buena, lee en voz alta y su voz es una melodía hipnótica. Mamá la adora, me dice que desde siempre está con ella y yo duermo a su lado en las tardes tranquilas; Padre Monsieur Cesaire Enjolras pese a que se refiere a mí como "ese animal"   deja la puerta del despacho entreabierta para que pueda entrar a ver qué hace. Él sí pasa las noches despierto como debe ser y hay días que me deja dormir en el sofá negro que hay en esa casita donde vive y solo sale para comer, otras veces no me deja, pero igual duermo ahí porque esa también es mi casa y puedo estar donde quiera, aunque a veces cuando de verdad está ocupado, manda a llamar a "Nana Delphina" para que me saque y... y solo porque quiero me dejo llevar para irme a buscar a Alexandre y alejarle de esas tareas para ir a hacer cosas útiles y tecnicamente esos son los que importan, hay más personas pero todos se llaman mozos y mozas o criados... siempre tienen prisa, es divertido verles correr de un lado a otro

Todo en mi vida es perfecto, hay comida, hay leche, tengo una cama que nunca uso, pero es mía, ¿para qué quiero yo una cama? Ya tengo, los muebles, las camas, las mesas, el suelo, ¡todas son mis camas! Le pregunté a mamá cierto día y ella tampoco lo entiende, pero tenemos camas y casi todo es idilico... excepto los días despreciables en que hay tortura

¡Baños! Baños dicen ellos, ¡no! Eso es tortura, agua por montones para limpiarnos, pero doy lucha, las mujeres con prisa que corren todo el tiempo, bañaron a mamá primero y la vi atacar, hice lo mismo, pero me bañaron de todos modos y solo por eso, nadie me pudo tocar en todo el día. No les quería cerca y tras muchos intentos logré subirme a la araña de cristal de la entrada, solo bajé cuando todos en la casa me llamaban para que lo hiciera. Hasta Padre se veía pequeño desde donde estaba y estando todos los ojos fijos en mí, me exhibí

Caminé por la araña sin problema y desde abajo, las voces retumbaron aún más antes de quedarse en completo silencio, bajé la mirada hacia la gorda lavandera que me había aventado el agua, podría saltarle encima, consideré, pero entonces me regañarían como el día que tiré el objeto raro por estar donde me iba a hacer, así que no lo haría, no con ellos presentes. A la gorda ya la atacaría al bajar, por ahora tenía sueño y me eché a dormitar, pero el ruido no me dejó, por lo que accedí a bajar, y justo cuando puse las patas en el suelo, Madre me abrazó aliviada con tal candidez que ronroneé a gusto de estar tan cerca suyo, pero ese idílico momento se terminó cuando la puerta se abrió.

Entró mi dueño seguido de otro más bajo. Curioso les miré, venían cargados de cosas y a mí solo podía importarme que no le conocía. El otro día había venido otro de esos cachorros, pero este no era el que tenía algo en la cara y que me rascaba el lomo tarareando cuando venía. No, este era alguien más que tras saludar, se me acercó sonriente, ¿Con que derecho? ¿Cuándo le dije yo que podía acercarse?

Me retorcí en el hombro de Madre cuando él la saludó y ella le propuso cargarme. ¡No, no quería que eso me tocara, me acababan de bañar, estaba limpio y él venía de la calle! Me aferré a Madre y me apartó de ella acercándome al extraño

-¡Hola gato!- dijo la ruina de la que jamás pude librarme, pero antes que pudiera cargarme, lo ataqué haciéndole retroceder, Madre me soltó, me regañó y corrí tras mi dueño enseñándole los dientes al otro- ¿Qué hice?- preguntó

"Acercarte"  le aseguré desde mi sitio y mientras él echó el cuerpo hacia atrás al oírme, mi dueño rio por lo bajo estando de mi parte al ponerse de cuclillas y rascarme tras las orejas. Amenacé al intruso dejando claro que así eran las cosas, ¡estaba en mi territorio y más valía que cuidara cada paso que diera!

El Guardián de L'ABC [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora