Cuidador

39 5 35
                                    

Abrí los ojos con sobresalto cuando la puerta de la habitación se abrió, eran Aleandre y él, levanté la cabeza de inmediato "¡Me alegra verte!"  Le dije al muchacho más alto que Alexandre y mientras mi aliado descargaba sus cosas en el mueble de madera, el otro se acercó a mí. Es Combeferre, me agrada... no sé porque él y el intruso, le dicen "Enjolras" a Alexandre, pero por culpa de ellos, yo mismo a veces le digo así, como sea, a Combeferre me alegra verlo, así que le dejo acercarse.

Siempre trae en el bolsillo unos cuadritos que sabían a carne que son solo para mí. Impaciente me acerqué a esperar que me diera esos bocados. Entendiéndolo se tantea el bolsillo haciendo ese ruido peculiar que hace cuando me ve, así que me acerco, porque cuando hago eso, me da turrones; suena el clic metálico del estuche y ante mí se ven los cuadritos. Debo escoger el más grande. Él mira la caja y los remueve buscando uno para mí, me enseña uno y... ese podría ser, pero nunca como lo primero que veo, así que sigue enseñándome algunos mientras Alexandre vuelve, hasta dar con uno que tiene una punta de más, ¡ese quiero!

Sonríe y me extiende la mano con el turrón para que me acerque, no es necesario que aún lo haga, él si me agrada y puede acercarse sin protocolo, pero precisamente porque sigue haciéndolo, es que me alegra verle y mientras mordisqueo el turrón, siento como acaricia mi cabeza. Si todos fueran él, les permitiría vivir en esta casa, pero no lo son, Enjolras y yo lo sabemos, por eso, cuando Combeferre se sentó en el borde de la cama y puse mi cabeza en su pierna, justo cuando Enjolras regresó y al vernos, le contó del horrible encuentro que tuve con ese otro

-Lo odió- articuló y le di la razón, lo odié- tal vez luego se agraden, aunque... puede que no, es la primera vez que se porta así con alguien- se explicó sentándose en el puesto del escritorio y en mi defensa, dije que era la primera vez que venía alguien así a mi casa- es decir, ¡mírale! Un poco más y estará ronroneándote- le insistió cuando Combeferre se resistía a creernos; me estiré descansando placenteramente cuando él me rasca el espinazo ¿Cómo podría desagradarme? No se puede- a Courfeyrac le atacó todas las veces que se intentó acercar, solo convivieron cuando Robespierre se durmió- concluyó y levanté la cabeza "¿Qué yo que? ¿Con qué derecho el intruso se acercó a mí cuando estaba dormido?" renegué recordándo ese día. De seguro fue él quien me puso en esa despreciable cama de gatos quitándome de la almohada donde estaba tan cómodo ese día

-¿Piensas ser el único mortal capaz de resistirte al agradable Courfeyrac?- me planteó Combeferre, "SI" aseguré convencido de ello. Nada rescatable tenía el intruso ese- eso nunca es bueno- admitió sabiamente antes de dejarme a un lado para acomodarse el juguete que usa sobre la nariz que siempre se desliza por su tabique

Bajó de la cama dejándome ahí y esperé pacientemente antes de subir al mueble de madera donde se hacen tareas, están ocupados, pero necesitan divertirse, así que me recuesto en los papeles a retorcerme mientras les propongo que vayamos a cazar porque ya es momento que aprendan o si prefieren, podríamos ir a escalar los arboles del jardín

No aceptan así que me quedo con ellos a un lado, pero es demasiado aburrido verles hacer nada. Me recuesto de nuevo sobre la madera y comienzo a cazar el mechón de cabello que cae sobre lafrente de Enjolras que finalmente desiste de hacer tareas, me toma del lomo y me baja, voy con Combeferre para que me ayude a subir y lo hace

Gato sube,gato baja, ¡Qué gran juego!, avanzo por el mueble, Enjolras intenta atraparme y las veces que lo logra, me baja; corro hasta Combeferre que me sube y vuelve a empezar el juego. Así estuvimos un tiempo hasta que salté sobre Combeferre tirando al suelo el juguete que usa frente a los ojos y por primera vez me acerque a eso, pero los recogióy volvió a ponérselos antes que pueda hacer algo.

Subí y me quedé quieto a su lado y antes de irse, captó lo que quería y me puso ese juguete, ¡es irreal!,"Todo se ve tan raro", les digo y ellos ríen de verme con eso en la cara; cuando me los quita, quiero ver más, pero ya se va, porque debe volver a casa; "¡Pasó demasiado rápida la tarde a diferencia del día de ayer, pero la próxima vez que vengas, veré que tiene ese juguete de raro!" Le digo frotándome en su mano, aceptando el otro turrón que me da antes de irse

El Guardián de L'ABC [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora