Dormía tranquilamente arrullado por el sonido de la lluvia y la pluma sobre el papel que hace Enjolras al escribir. Al final el escritorio es una buena cama, pero aun así me despiertan. Alguien llama a la puerta y nos asomamos, pese a que no somos los que vamos a abrir. Somos curiosos, nada que hacernos y además no esperábamos a nadie, Combeferre abre y le veo entrar, "¡otra vez tú!" reniego mientras veo a Coufeyrac pasar tambaleándose y riñéndonos por cambiarle las llaves
"¿Qué dice? Ha perdido la cordura" Declaré y Enjolras suelta a reír mientras le recuerda que hace meses que no vive aquí, espero que se vaya con eso, pero el intruso se auto invita a pasar la noche con nosotros. Huele como Grantaire y ha pasado toda la noche abrazándome desde que me vio. Ya no sé cómo escaparme de aquí
¿Qué de malo he hecho para pasar por esto? Clamo cuando besa mi cabeza y finalmente me deja ir. Hui en cuanto aflojó el abrazo, bostezó y tal como si muriera, cerró los ojos y se quedó en el sofá. "Eso ha sido raro" declaré vigilándolo desde mi habitación
Antes del amanecer me acerque a verificar que todo siga bien y cuando le veo respirar, les aseguro que todavía está vivo para que no se preocupen, el único problema es que ya ninguno de nosotros tiene sueño, así que nos quedamos desvelados hablando hasta que el amanecer termina de salir, Combeferre tiene clases y Enjolras por diversión propia me deja sobre el pecho de Courfeyrac para bajar a la cocina a buscar algo que comer, le encomiendo que me traiga jamón
-"No vuelvas sin mi jamón"- le grito desde ahí mientras amoldo a Courfeyrac para que sea una cama cómoda
Le veo volver a los pocos minutos con algo que me ofrece, no es jamón, pero igual lo como paseando sobre Courfeyrac varias veces. Es divertido andar sobre él y de repente me da sueño, así que me acomodé sobre su pecho a dormir mientras escucho los pasos de Enjolras por la casa. No demora en irse, entiendo y me digno a dormir
Me estiré cuando sentí algo sobre mí y al mirar, Courfeyrac me ha abrazado pensando que soy una almohada, supongo, así que me retuerzo para que me suelte y como no despierta, le mando un zarpazo para que me suelte y le veo abrir los ojos antes de seguir dormido, así que me detengo
-¿Piensas despertar algún día?- preguntó cuándo finalmente aparta la mano- te estoy hablando- le insisto y no hace nada, así que bajo a andar la casa comenzando a preocuparme que duerma tanto, así que vuelvo con él- deberías abrir los ojos, algo hay que debas estar haciendo en lugar de dormir- insisto y como es imposible hacer que reaccione, me acomodo de nuevo sobre él y logro dormirme, porque es agotante cuidar de alguien que duerme, ni siquiera es justo
Para cuando abro los ojos, él me está mirando y le oigo preguntarme si sé qué hace en ese piso
-Ah sí, viniste ayer y no te quisiste ir- le explico y me mira confundido hasta taparme la boca- ¡suéltame! Tu preguntaste yo respondí- ordené y tras mirar el lugar, Courfeyrac me hace a un lado y va a arreglarse maldiciendo por la jaqueca
Lo seguí hasta que se fue de casa. Algo le pasa, ni siquiera siendo tan despreciable como es, suele ser tan distraído, tuvo que volver tres veces, por las llaves, por el sombrero y por dinero, ¿Qué le pasa? Temo que termine perdiéndose así que al final decido que iré con él, pero me devuelve al piso, así que salgo por la ventana de mi habitación, llegando a su lado tras correr para alcanzarlo.
Me mira y tiene la osadía de ordenarme volver a casa, me burlé en su cara "como si tuvieras autoridad para decirme algo", le recuerdo y sigo a su lado hasta entrar al campus, ahí le pierdo de vista, pero para mi sorpresa me encuentro con Grantaire que me mira, lo miro, mira a su alrededor y se acerca, mira mi placa y pareciera que no cree el verme ahí
-Te llevo con Enjolras- me dijo cargándome, cosa que agradezco porque no pienso caminar
ESTÁS LEYENDO
El Guardián de L'ABC [Completa]
FanfictionDesde tiempos inmemorables, todo miembro en la familia Helzinger tiene por compañía un gato y en el caso de Alexandre Enjolras Helzinger, es un gato angora, de nombre Robespierre que llegó a su vida a los once años para acompañarle incluso cuando la...