Han llegado, parecen estar bien, no es que me importe, en absoluto y el correr a la entrada cuando llegaron, fue por motivos de interés. Sí... eso, solo quería ver si traían comida, nada más. Nadie aquí pasó el día en vela con los ojos cerrados, intentando dormir sin lograrlo
"Nadie, escúchenme bien cachorros voluntariosos, NADIE irrumpe mi paz, ni siquiera ustedes", les advierto y paso a pedir informe del día y querer saber dónde está Combeferre que no llegó con ellos, de Combeferre no me rinden cuentas, pero del día si me hablan a la vez que se cuentan como les fue
¿Qué es universidad?" Pregunto y rápidamente me olvido de la presencia del intruso, costumbre supongo, toda mi vida solo hemos sido dos, pero en cuanto se sienta al otro lado del sofá donde estamos, giro a verle, Courfeyrac me sube las cejas sin dejar de beber eso de aroma fuerte que llaman vino y hablan ellos. Son expertos en interrumpirse o hablar al mismo tiempo y entenderse. Demasiado extraño lo sé, pero se les da bien y yo solo les veo.
No parecen traumados de su primera exploración por las calles, tal vez menosprecié a los cachorros. En el fondo, muy en el fondo, nunca dudé de ellos, solo de Courfeyrac, pero hasta él parece haber vuelto sin daño alguno, así que me tranquilizo al recordar que le he dejado una divertidísima sorpresa que seguro nos hará reír a todos y esperando ese momento me acerco a Enjolras. Jamás creí echarle de menos
-¿Les dejo solos?- escucho que habla el otro y mientras Enjolras le ignora, yo lo autorizo, quiero ver su expresión cuando vea mi detalle y tal vez eso me delató
-Algo hizo o algo trama- me delata Enjolras rascando bajo mi hocico, "¿yo? jamás, solo dormí " le juré echándome sobre el espaldar del sofá, pero no me cree. Nada que hacerle, nos conocemos- ¿dejaste algo a su alcance?- indaga y sigo fingiendo inocencia
-Nada- asegura Courfeyrac, yo solo suspiro, ¡el intruso es tan confiado y yo no pienso desaprovecharlo!
-¿Cerraste la puerta de tu habitación antes de irte?- insiste y veo al intruso afirmar, dudar, negar, maldecir y correr a su cuarto- más vale que no me hagas pagar nada- me advierte y va tras Courfeyrac al oír la injuria que grita
Definitivamente el cajón de su ropa es una gran cama, como pago dejé mi pelaje en su ropa y algunos rastros de garras que ahora debería estar viendo. Me lamí la pata mientras les escucho discutir, "¡solo es ropa y él un gato, tienes una llave Courfeyrac, úsala y cierra antes de salir para evitar que entre!" le exige Enjolras cuando el intruso se atreve a amenazarme.
En la sala, cierro los ojos con gusto, oigo pasos en la puerta y justo cuando giro a mirar el portón, escucho la carrera de un predador. Vuelvo la vista al frente y justo antes que Courfeyrac me alcance, Enjolras le retiene. Salté impactado y caí a unos metros suyo, Courfeyrac sigue queriendo matarme, así que me crezco para recordarle que soy quien manda ¡Y tiene la insolencia de no importarle! Le forcejea por soltarse a Enjolras, pero soy el primero en lograr rasguñarle y justo en ese momento, la puerta se abre dejándonos a los tres inmóviles. Combeferre nos ve, exhala, cierra de nuevo y sus pasos se alejan
-Maldita sea, Courfeyrac, solo es un gato- le riñe Enjolras saliendo tras nuestro amigo y quedamos los dos, viéndonos y odiándonos como nunca
"¿Ya estarás feliz cachorro problemático? ¡Ferre se ha ido!", reniego, aunque seguimos cada quien en su esquina. Atacará en cualquier momento, lo sé, pero contrario a lo que espero Courfeyrac se relaja y me sonríe, ¿Qué le pasa? Le sigo hasta su habitación precavido e intrigado por el cambio, como para detenerme bajo la puerta mientras el va a la mesa de noche y ni con mis excelentes reflejos logré esquivar el agua de la jarra que vierte sobre mí, ¡Esto es Guerra! Juré mientras le oigo reír complacido de verme mojado. "Vuelve a tocar mis cosas gato demente y te rapo" me amenazó antes de sacarme y encerrarse en su habitación. Oh no, esto no se quedará así
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El Guardián de L'ABC [Completa]
FanfictionDesde tiempos inmemorables, todo miembro en la familia Helzinger tiene por compañía un gato y en el caso de Alexandre Enjolras Helzinger, es un gato angora, de nombre Robespierre que llegó a su vida a los once años para acompañarle incluso cuando la...