Traición

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Pasé mis días dejándoles claro a todos en casa que era mía y por lo tanto, a los que me agradaran les permitiría vivir bajo mi techo y cuando todos parecían haberlo asimilado, llegó ese de nuevo. Mamá ronroneó gustosa y salió de la cocina al oír esa voz que anunciaba caos y agotamiento y tras ella, salieron todos a recibirlo y hacerle sentir bienvenido

¡TODOS EN ESTA CASA LE TIENEN AGRADO! Madre le trata como si fuera otro hijo, Padre permite que estreche su mano y pueda hablarle, Enjolras le tiene por amigo y es por él que ha vuelto, pero no hay porque perder la cabeza, Combeferre le pondrá en su sitio, pensé mientras salía tras mamá y me quedé inmóvil al verles reír a los tres, ¡traidores! renegué al saberles amigos de eso, pero no hay porque traumarme, mamá le tratará con falsa diplomacia, pensé y no

Ya esperaba ver a mamá atacandolo o ignorandolo y contrario a lo imaginado, cuando lo escuchó, salió y ronroneó a su alrededor y hasta se dejó cargar, ¡de él! "¡Suelta a mi mamá, intruso!" exigí y le vi ponerse de cuclillas con ella aun frotándose en su mejilla, me sonrió y entendí sus intenciones, huí en cuanto acercó su mano a mí, ¡eso no iba a cargarme!

-Pero si para comer hasta te frotaste- me reclamó Courfeyrac, "incauto humano, era por comida, habría hecho lo mismo con quien hubiera sido el dueño de ese plato" me expliqué con altivez- estás loco- acusó entre dientes antes de seguir a mi aliado y mi cuidador- tu gato nos sigue- avisó la tercera vez que volvió la vista atrás- ¿tiene que venir?- preguntó con desdén. "¿Quién te crees para preguntar eso? ¡Es mi casa y te quiero fuera de ella! Además, puedo andar por donde quiera" le recuerdo su lugar en esta casa- ¿nunca has pensado que podría intentar matarte mientras duermes? Tiene cara de querer hacerlo- insistió cuando le respondí. ¡De nuevo queriendo poner a Enjolras en mi contra!

-Deja la paranoia, no es que vaya a matarte mientras lees sobre biología, además, traes a Marcie, tal vez quiere saber a dónde llevas a su mamá- escuché que Enjolras le respondió y no supe como sentirme que hablaron de mí, como si no les oyera, pero mi mirada iba firme con mamá, reprochándole esa actitud, ¿cómo podía portarse así con él?- solo es un gato Courfeyrac, no es que vaya a hacer un golpe de estado- le aseguró al ver que tanto él, como mamá me miraban y al no lograr sacarle de sus pensamientos empezó a leer al lado de Combeferre que me llamó y fui con él, a vigilar desde el regazo de mi cuidador, mientras comía un turrón

Me preocupe cuando mamá cerró los ojos y se quedó quieta bajo las manos del intruso, ¡donde le hubiera hecho algo, le sacaría los ojos! juré y la llamé, pero por suerte se removió, mamá es una incauta como para dormir cerca suyo, pero no debía preocuparse, yo la cuidaría pese a ser una traidora que le hacía sentir bienvenido, pero de consuelo se concentraron a hacer lo que debían olvidándose del intruso ese

Esta vez no importuné porque entre más rápido terminaran, más rápido se iría él de mi casa, quise creer, pero con lo que no contaba es que fuera tan arrulladora la voz de mi cuidador que nos leía a los demás sobre insectos. Me gustan los insectos, cazarlos es algo que se me da bien, pensé antes de acercarme a Enjolras y estirarme en la mesa de tareas mientras él me rascaba el lomo y me dormí. Una de las mejores siestas de mi vida fue arruinada cuando reinó el silencio

-Dígnate a anotar o mejor quédate quieto, es más, no respires y no te acerques a Robespierre- le ordenaba a lo lejos Enjolras a alguien o algo y sus pasos se alejaban rápidamente

-Courf... Courfeyrac no- insistió la voz tranquila y arrulladora de Combeferre y empecé a sentir que debía despertar, pero no podía, me sentía exhausto- cuando te de un zarpazo, ni siquiera te quejes- advirtió y entendí lo que me iba a pasar, Eso me haría algo, así que abrí los ojos de inmediato, encontrándome con esos ojos frente a mí a solo centímetros, mientras me sonreía

-Hola- saludó y mi reacción fue un zarpazo, tal como dijo Combeferre, al que le agradecería la advertencia- ¡MALDITO GATO!- renegó el intruso con la mano en su mejilla y me levanté con elegancia a lamer mi perfecta pata ignorando el hilo de sangre que salía de su pómulo, ¿y que si me habían traicionado? Me sé defender solo de quien sea y eso lo incluye

El Guardián de L'ABC [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora