015. ·˚ ༘ ༉

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This is my mom....

Sus ojos se abren y nuevamente ve el azul cielo despejado, el sol radiante en su mayor punto, las bellas flores rodeandolo. Se levanta del verde pasto y sus orbes observan a un niño pelinegro jugar con un conejito rosado.

Lentamente se acerca a él, y toca su hombro, el niño lo mira, y da una pequeña sonrisa.

—¿Qué haces solo por aquí pequeño?

—Yo vivo aquí señor, vivo con mi familia.— dijo el infante para  levantarse y abrazar más al muñeco.—¿Y usted? ¿Qué hace aquí?

—Pues eso me pregunto yo.— respondió el pelicastaño y extendió su mano hacia el pequeño.— mi nombre es Jungkook.

—Yo soy Soobin.— dijo para extender su pequeña mano y juntarla con la del mayor. Por alguna extraña razón a Jeon se le hacía conocido el nombre del infante.

—Es muy lindo tu nombre pequeño Soobin.— dijo Jungkook para sonreír.— ¿Quien te lo puso?

—Mi padre me dijo que ese era el nombre de mi abuelo, que está descansando en paz, al igual que mi madre.— dijo en voz baja el pequeño, y abrazó más al peluche.

—Cuanto lo siento.— dijo el castaño para agacharse y quedar a la altura del pelinegro.— si no es mucha molestía, ¿Cómo se llamaba tu madre?

—Su nombre es Rosé.

El castaño retrocedió un poco con sus ojos como platos, miró al infante de nuevo y empezó a negar.

—No...

—Asi se llama, mi padre me dijo que ella falleció al nacer yo.— dijo el pequeño para que sus ojitos se cristalizaran.— ella y mi padre querían vivir en paz en un lindo campo, y aquí estoy yo. Mi mamá Rosé era una linda mujer según mi padre.

—¿Y-Y como se llama tu padre?— dijo Jeon para empezar a sudar y a faltarle la respiración.

—Se llama Jungkook.

El castaño empezó a marearse, y de golpe se volvió todo negro, pero la presente luz de la luna pegó en su rostro, se toco su sudorosa frente, y suspiró, lentamente se levanta de su cama, para irse al baño, abre la llave del agua, y se salpica en su rostro.

Agarra una toalla y se seca para salir, no sin antes apagar la luz del baño, enciende la lámpara de la habitación y se extraña de no ver a la rubia durmiendo. No estaba en la habitación.

Ve por el pasillo, y la luz de la cocina estaba encendida, a paso lento camina y mientras se acercaba su destino, escuchaba el dulce tarareo de la menor.

Mientras Rosé, comía helado a la tres de la mañana, ya que el pequeño tenía antojos de helado, volvió a sacar helado  con la cuchara y se lo metió en su boca, para que se derritiera.

—¿Alguien tenía hambre?— Rosé se voltea, encontrándose al castaño con el torso desnudo.

—El quería helado, y no le puedo decir que no.— dijo la rubia para mirar el pocillo de helado.— ¿Te desperté?

—Claro que no... Solo fue otro sueño.— dijo Jeon para alzarse de hombros.

—Al parecer los sigues teniendo...— dijo la emparazada para dejar el helado en la congeladora y mirar al mayor.— sea lo que sea, no sucederá.

—¿Cómo estás tan segura?— preguntó Jungkook para acercarse a ella.

—La mayoría de lo sueños nunca se cumplen, y solo eso se queda grabado en tu mente, anhelando que pase algún día.— dijo la menor para morderse el labio y suspirar. Cerró sus ojos por un momento, y al abrirlos se sorprende al ver al castaño arrodillado en frente de ella. O bueno, a su abultado vientre.

City Lights ²┊RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora