City Lights ²┊Rosekook

007. ·˚ ༘ ༉

—Yeji, apegate más a Lia, ¿Si?— la chica de trenzas azules asintió y se acercó más a la chica de coleta alta.

—¿Así está bien oppa?— preguntó la chica.

—Más que perfecto, ahora, den sus más hermosas sonrisas.— pidió el pelirrojo a las cinco chicas, y estás obedecieron mientras escuchaban los sonidos que producía la cámara fotográfica.

El chico sacó unas fotos más, y felicitó a las menores con una sonrisa.

—Excelente chicas, buen trabajo ahora vayan a descansar.— los presentes miraron a la chica, y las cinco sonrieron.

—Gracias Chaeyoung unnie...— y con eso la menores salieron, dejando a la nombrada con el pelirrojo.

—¿Eres experta en aparecer de la nada?— hablo el chico para sentarse en su escritorio y revisar las fotos que el había sacado.

—Al parecer si...— dijo la chica de melena negra para acercarse a ver las fotos.

El pelirrojo pasaba las fotos, preguntando la opinión de la chica, y está contestaba, pero estaba vez su actitud era distinta.

—¿Pasa algo Chae?— la nombrada miró al chico y suspiró.

—Solo mucho trabajo Chanyeol.— respondió la chica.

—Te quería preguntar algo.— el nombrado miró a la chica y luego a sus manos.— ¿Cómo está Rosé? Hace mucho que no se de ella....

La pelinegra quedó en blanco y se puso totalmente nerviosa, no podía llegar y decir que la rubia era una prostituta y que se la secuestro un familiar de ella. Claro que no.

—Rosie, volvió a su ciudad natal, su padre está enfermo, así que viajó a Australia pero pronto volverá.— dijo Chaeyoung.

—Oh... Pero ya pronto vendrá.— dijo el chico.

—¿Por qué preguntas Park? Acaso, ¿Te gusta?

El chico se sonrojo un poco y miró hacia otra dirección, haciendo a la chica.

—Vamos Channie, estamos en confianza...— dijo Chaeyoung para sacar una socarrona sonrisa.

—Bueno... Tal vez un poco.— dijo el nombrado y la chica chilló, mientras daba pequeños brincos. Cómo una niña pequeña.

Y una blanca idea aparecío en la mentecilla de la pelinegra, sonrió y se despidió del pelirrojo, dejándolo bastante confundido, dirigió su mirada a la pantalla del computador y  entró a una carpeta.

Sus ojos empezaron a brillar al ver las bellas fotos, y la bella chica rubia, mostrando su sonrisa y juventud.

—Eres bastante bonita Rosé, ¿quien no podría caer a tus pies...?— hablo Chanyeol con una pequeña sonrisa a la pantalla y seguir viendo las fotos de la menor.

Su espalda fue impactada en la pared, haciéndola jadear del dolor, y sus asustados ojos miraron hacia arriba, pero ese temor desapareció por un rotundo enojó al verlo.

—¿Por qué mierda andas diciendo mentiras?— la pelinegra desvió su rostro, revolviendole el estómago por el fuerte olor a alcohol.

—Tu sabes perfectamente que yo soy una persona muy transparente, siempre con la verdad adelante.— dijo Chaeyoung.— y la verdad es que te follas a la perra de Yeri estando de novio con Rosé.

—¡Cállate!

—¿Te duele que te diga la verdad? Rosie debe estar destruida en alguna parte del mundo, y tú follando a tu secretaria.— soltó molesta la de melena, y el castaño mantenía su ceño fruncido y sus brillantes ojos por las próximas lágrimas.

—Yo amo a Rosé....— dijo bajamente.— ella es mi novia....

—¡Wow! Osea, yo estando de novia, follando con cualquiera, ¡Muy bien Jeon! ¡Fantástico!— dijo sarcásticamente la chica.— escuchame Jeon, si Rosé se entera de todo esto y se aleja de ti, no pidas nuestra ayuda, y tampoco te vamos a ayudar de ahora en adelante.

Chaeyoung empujo al mayor y salió molesta de la oficina de su amigo, el castaño bufó y se acercó a su escritorio. Agarró la botella de tequila que tenía en su cajón, y se sirvió en su vaso de vidrio y luego empezar a beber.

Cómo lo hacía desde hace meses.

—You're The cause of muy euphoria...— la bella voz de la rubia resonaba en las paredes del baño mientras cepillaba su larga cabellera rubia.

Aquella canción que la mantenía en paz y tranquilidad, aquella melodía que canta él en su oido en noches en los que a ella le costaba dormir, dejó el cepillo de lado y luego se puso a acariciar su poco abultado vientre mientras seguía cantando.

—Tu padre tiene la voz más hermosa que he escuchado en mi vida bebé.— dijo Rosé para mirar a su vientre.— algún día lo escucharás cantar.

Después de aquella ida al hospital, la rubia no dejaba de decir maravillas de Jungkook, comentandoselas a su bebé. Aisha se sentía bastante tranquila, escuchar hablar a la rubia maravillosas cosas de su novio, la hacia tranquilizarse.

Las apariencias engañan.

Pero por otro lado, permanecía la preocupación, durante los meses, ponía cualquier escusa con tal de que Jooheon no se acercará a Rosé. Pero estaba llegando al límite, uno en el que él podría ponerse agresivo, y dañar a la rubia y al bebé.

Ella se sacrificaría por la vida de Rosé, no dejaría que le hagan daño. Pondría su sangre, sudor y lágrimas por ella.

—¿No crees que es muy arriesgado Aisha?— preguntó Rosé para mirar preocupada a la nombrada.

—Lo sé, pero hay que correr el riesgo.— dijo la castaña.— esto es por ti y fetito.

La rubia ríe y deja un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Yo y fetito estaremos muy agradecidas de ti, y por eso quiero que vengas conmigo.

La chica quedó sorprendida y dio una linda sonrisa. Claro que se iría con su amiga y el bebé.