Baila Para Mi

Capitulo 16: Travesuras de una pequeña pelirrosa

¿Pero que mier...? ¿Cómo sabe la verdad esta señora? ¿Se habrá dado cuenta por lo que ha sucedido hoy? Porque... Porque no es posible que siempre lo haya sabido. ¿Verdad? Porque de ser así... Si realmente lo hubiese sabido desde el principio... ¿Por qué seguiría con la mentira y actuando como si nada pasara? – Pensaba la rubia con desesperación después de la declaración de Luna.

Se mantenía rígida en su posición, solo recorriendo con la mirada todos los ángulos disponibles de la habitación, quizás esperando el milagro de que Darien apareciera de repente a salvar la situación o simplemente un desastre natural azotara la casa, para así poder evitar dar cualquier tipo de explicación sin antes hablar con Darien y advertirle de la situación.

La verdad es que... No... No sé... No sé qué es lo que intenta decir. – Casi susurró la rubia, haciendo un último intento por fingir absoluta demencia frente a la mujer.

De acuerdo, lo dejaremos así por hoy entonces, hoy representaré el papel de tonta que no se da cuenta de las cosas y haremos como que no sé nada. ¿Ok? Ya tendremos tiempo para hablar de esto después, hoy han sido muchas cosas y creo que tú, Dari y la pequeña deben estar bastante agotados. – Respondió Luna, mientras comenzaba a marcharse de la habitación para dejar a la rubia abandonada en sus propios pensamientos y conclusiones.

Solo... ¿Podría pedirte un pequeño favor, hija? – Agregó la mujer antes de dejar por completo la habitación.

Por supuesto, lo que usted quiera. – Logró balbucear Serena, aún con la boca media abierta y la mirada perdida por la impresión.

No le digas nada a Dari, no le digas que lo sé, deja que siga pensando que yo no sé nada sobre la verdadera relación entre ustedes. ¿Podrías hacer eso por mí? – Solicitó Luna.

Pero... No entiendo... ¿Por qué? –Preguntó la rubia con inseguridad.

No te imagines nada malo hija que yo soy un pan de Dios. – Respondió la mujer con gesto solemne, poniendo su mejor cara de niña buena. – Pero tengo mis razones, mañana podremos hablar sobre ello si quieres, pero por ahora te pido que no se lo digas. ¿De acuerdo?

La rubia asintió en completo silencio mientras Luna después de dedicarle una sincera sonrisa, salía por completo de la habitación.

¿En qué lío nos hemos metido ahora pequeñita? – Preguntó la rubia en un suspiro dirigiéndose a su hija, revolviéndole un poco el cabello mientras le dedicaba una ligera sonrisa, pero sin perder su nerviosismo.

Rini se limitó a corresponderle la sonrisa junto con devolverle el vaso de leche que ya se encontraba vació.

Darien despertó por primera vez en muchos días con su mente completamente en paz, por fin conocía el "oculto" pasado de Serena y aunque le había dolido mucho verla así de frágil y con lágrimas en los ojos, también se sentía sumamente feliz de que la chica por fin le tuviera la confianza suficiente como para hablarle sobre su tormentoso pasado y por sobre todo y con un poco de suerte él podía llegar a ser parte de su presente y su futuro.

Por otra parte, la pequeña hija de Serena no parecía ser tan terrible después de todo, se veía tranquila y bastante cariñosa, quizás con el tiempo y un poco de esfuerzo de su parte podría llegar a quererla tanto como a su madre.

Se encontraba divagando en sus propios pensamientos cuando sintió una pequeña y suave caricia cerca de su rostro, se giró sonriente pensando que Serena también había despertado y le dedicaba la primera caricia del día, sintiéndose como aquellos hombres de las películas románticas que él jamás reconocería en voz alta que veía en algunas ocasiones, aquellos hombres que despiertan felices junto al amor de su vida y a la hija de ambos, el solo pensamiento lo hizo sonreír como un idiota.