La palabra desconcierto no podía describir en su totalidad la escena que ambos jóvenes estaban experimentado en ese momento. La pregunta. ¿Qué pasó anoche? Fue rápidamente reemplazada por... ¿Qué hicimos anoche?
Lamentablemente ninguno de los dos sabía la respuesta a esa interrogante, ambos buscaban en el lugar más escondido de su memoria, pero sólo podían recordar vasos y más vasos de alcohol; el intenso dolor de cabeza y la nauseas que sentían en ese momento la verdad tampoco les ayudaban mucho. ¿Podían sentirse aún peor? ¿Recordarían que fue lo que realmente hicieron la noche anterior? Y más importante aún, la pregunta que ya se les hacía costumbre plantearse cada mañana al comenzaba el día... ¿Podía este día ser aún peor?
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ஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊ
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Ho... Hola – Susurró apenas Serena, una vez logró encontrar su bata y cubrir con ella su cuerpo desnudo, que suponía Darien ya había visto en su totalidad.
Este... Buenos días. – Respondió también en un susurro el pelinegro, sin moverse de bajo las sabanas que cubrían parte de su desnudez.
Esto... Anoche tu y yo... Bueno yo y tu... Bueno tú sabes... Bueno... - Intentaba articular una oración coherente el pelinegro sin mucho éxito.
Bueno... Bueno... - ¿Es la única palabra que conoces? – Contestó la chica en tono algo burlón, aunque incluso articular una sonrisa le llevaba un buen trabajo con el taladro que sentía trabajar en su cabeza.
Darien sólo bajó levemente la cabeza sin saber bien que responder.
La verdad es que no puedo estar segura si lo que sucedió anoche entre nosotros lo comenzaste tú o yo fui quien tomó la iniciativa, ya que siendo honesta con alcohol en el cuerpo no puedo responder mucho por mis actos. – Comenzó a hablar la rubia. - Solo espero que lo hayas disfrutado porque no creo que pueda volver a suceder.
La verdad... Es que no tengo idea de que pasó anoche entre nosotros. – Respondió con sinceridad el pelinegro, mientras tomaba su cabeza haciendo el intento por recordar. – Yo... En realidad no recuerdo mucho...
¿Estás usando la excusa de que con trago no cuenta? – Preguntó mordazmente la chica, fingiéndose ofendida.
No, no, de verdad que no es eso... Sólo no puedo recordar y el dolor de cabeza no me está ayudando mucho tampoco. – Respondió rápidamente el pelinegro.
Siendo sinceros, yo tampoco recuerdo ni siquiera como llegué hasta aquí, pero en las condiciones en las que despertamos hoy es más que obvio lo que pasó entre nosotros. – Dijo la chica dando un hondo suspiro.
Es eso estamos de acuerdo, de todas maneras intentemos ver esto de manera racional. – Agregó Darien.
¿Racional? En estas condiciones no puedo ni pensar, no con esta resaca, creo que lo mejor es darnos una ducha antes de intenta solucionar este pequeño "impase" en forma racional. – Respondió Serena.
El pelinegro se incorporó de inmediato poniéndose a su vez unos pantalones que tenía al alcance.
No me digas que ahora te quieres meter a la ducha conmigo también. – Señaló la rubia en tono burlón al ver como el pelinegro se incorporaba.
¡Cómo crees! – Se defendió el pelinegro inmediatamente, aunque a penas escuchó la palabra ducharnos fue en lo primero en que pensó. – Voy al cuarto de invitados a bañarme también.
Ambos chicos se encontraban tomando la refrescante ducha, sin duda lo necesitaban después de la actividad realizada la noche anterior y para tratar de apaciguar lo más posible el malestar físico propio de una noche de copas.
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Baila Para Mi
Storie d'amoreSerena es una hermosa striper que por cosas de la vida se vio obligada a recurrir a ese trabajo. Darien, es un hombre de negocios que necesita de su ayuda "Hacerla pasar por su prometida", pero ¿Las cosas les resultarán como las planean?