Baila Para Mi

Capitulo 28: Un regalo de cumpleaños especial

Ya ha pasado más de un mes desde el término definitivo del juicio y la afortunada decisión del juez en favor de Serena y por fin, después de muchos años puede vivir tranquilamente, sin esconderse de nadie y lo más importante, sin el constante temor de que algún día alguien podría separarla de su amada hija, finalmente podría concentrarse en terminar sus estudios y en formar una verdadera familia junto a su niña y su amado ternurita.

Para alivio y salud mental de Darien; Luna, Artemis y Hotaru habían regresado a su propio hogar lejos de Tokio, pero ante el eterno lloriqueo y lamentaciones de su madre, la pareja había cedido a sus peticiones y aceptado ir a visitarlos cada dos o tres semanas, para no perder el contacto y para que ambos abuelos pudieran pasara tiempo suficiente con su querida nieta.

Y aunque Rini era definitivamente la más feliz de todo el clan al haber obtenido una nueva y "bastante abundante" familia, había algo que al parecer molestaba y enturbiaba sus fantasías infantiles, algo que ni ella misma lograba entender del todo, pero que sin lugar a dudas empeñaban su completa felicidad...

.

ஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊ

.

¿Aún estás pegada al teléfono? – Preguntó Darien con actitud precavida a su novia, mientras entraba por cuarta vez a la sala. - ¿Por qué llevas tanto tiempo hablando con mi madre? No me digas que ha salido con alguno de sus locos planes nuevamente. ¿Es eso? – Agregó horrorizado ante esta posibilidad.

Dame un momento Luna. – Indicó la rubia al teléfono, mientras le pedía silencio a su novio, no quería explicarle lo que Luna quería con ella aun escuchando al otro lado de la línea. – De acuerdo, le preguntaré a Darien que le parece la idea y te llamaré mañana para confirmar. ¿De acuerdo?... Luna, no puedo decidir yo sola... Lo sé, pero ambos debemos estar de acuerdo... - La rubia comenzó a reír con algún comentario hecho por su suegra al teléfono. – Claro suegra, se lo diré... Siiii Luna, le daré el beso de las buenas noches por ti. – Agregó sonriente, claramente burlándose del pelinegro, quien solo rodó los ojos como respuesta. – Está bien, hablamos mañana, hasta pronto. – Por fin cortó la llamada, dando un hondo suspiro.

¿Y qué se supone que me tienes que preguntar? – Consultó el pelinegro apenas la chica soltó el auricular. Si Luna estaba planeando algo nuevo, debían prepararse de inmediato.

Luna me preguntó por el cumpleaños de Rini, quería organizarlo y que lo celebráramos allá, en su casa. – Respondió la chica.

¿El cumpleaños de Rini? ¿Acaso estará de cumpleaños? – Preguntó nuevamente Darien.

Claro que si, Rini cumple años como todas las personas alrededor del mundo. – Se burló un poco la rubia.

Sabes que no es eso lo que quería decir. – Indicó acercándose un poco. – Lo que pasa es que no sabía que su cumpleaños se acercaba, en realidad aún me falta saber muchas cosas sobre ella, sobre cómo ser un buen padre, creo... - Agregó con algo d pesar y culpabilidad.

Eso se solucionará con el tiempo amor, no tienes por qué saber todas esas cosas de un día para otro, incluso yo misma aprendo algo nueva cada día. – Señaló la chica intentando tranquilizarlo acariciando suavemente su mejilla. – De todas maneras, como te estaba diciendo, Luna quería que lo celebráramos en su casa, pero como los amiguitos de Rini viven acá en Tokio... Le dije que con mucha tristeza debía rechazar su oferta.

Eso es muy bueno, debes acostumbrar a Luna que no siempre puede llevar todos sus caprichos a cabo, de lo contrario querrá organizarnos hasta el matrimonio. – Bromeo el pelinegro.

Bueno... Sobre eso... Verás... - Serena se mostró algo dudosa de continuar con su relato.

Sobre eso... ¿Qué pasó Sere? ¿Qué se le ocurrió a mi madre esta vez? – Pregunto Darien, su voz demostraba que comenzaba a angustiarse.