Capitulo 05: Ensayo de bodas

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¡Mátenme aquí y ahora mismo! – Ese era el único pensamiento que cruzaba una y otra vez la mente de Darien mientras se dirigía cabizbajo hasta la cama, es decir, él ya estaba acostumbrado a los desafortunados comentarios de su madre y a su personalidad algo... desinhibida por decirlo de algún modo, aunque esto le molestara era capaz de tolerarlo, pero que la rubia tentación con quien ahora compartía habitación y para colmo ¡Cama! Tuviera que enterarse del apodo que por años lo torturó era una cosa completamente y desastrosamente distinta.

¿Era necesario llamarlo de esa forma frente a quien todos creían era su novia? ¿Acaso su madre no conocía la palabra vergüenza? ¿En su diccionario personal, la palabra humillación no existía?

Aún estaba extrañado de que Serena no hubiese salido huyendo despavorida después de conocer a su familia, de hecho la rubia parecía en extremo divertida y aunque ese pensamiento le molestara aún más, eso era mucho mejor a que ella rompiera su trato y la mentira sobre su relación se viniera abajo.

De todos modos ya nada se podía hacer frente a eso, por lo menos no podrían humillarlo con nada más, difícilmente su madre o sus hermanas pudieran hacer algo peor para avergonzarlo frente a Serena, así que desde ahora podría relajarse por el resto de la semana, o al menos eso era lo que creía...

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ஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊ

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El nuevo día había llegado demasiado pronto para el gusto de Darien, luego de la bochornosa intervención de su madre la noche recién pasada, con sus comentarios y por sobre todo al llamarlo "ternurita", ese apodo que odio durante años y que destrozó gran parte de su círculo de amigos, delante de quien creía era su novia, definitivamente había dejado su moral más abajo del suelo si es que eso era posible. Cuando por fin sintió que la respiración de su falsa novia se hacía más lenta indicando que había conciliado el sueño, permitiendo que él se repusiera de tamaña humillación y haciendo que el sueño también tocara a su puerta, sintió un tibio y perfecto cuerpo femenino posándose casi por completo sobre él.

Serena muy cómodamente en la inconsciencia de su sueño se acurrucaba como un niño pequeño en busca de calor, sobre el pecho del pelinegro, posando una de sus esbeltas piernas, esas piernas que él había tenido el gusto de observar muy bien y en primera fila el día que la conoció haciendo su performance de Sailor Moon, sobre su entrepierna; haciendo que todo, y al decir todo, es TODO se despertara en él, por lo que dormir le había resultado prácticamente imposible y permanecer en la misma posición durante toda la noche para no despertar a su acompañante, oyendo su serena respiración y sintiendo la contracción de sus pechos sobre él, había sido una completa tortura.

Serena poco a poco comenzó a despertar, mientras recibía los tímidos rayos de sol que a esa hora se colaban por las cortinas, una vista de lo más impresionante a los ojos del pelinegro.

Buenos días. – Susurró aún media adormilada la joven mientras comenzaba a desperezarse y darse cuenta de que estaba prácticamente sobre el pelinegro. – Ups, lo siento - Agregó con cara divertida mientras volvía a su lugar de la cama rápidamente.

Buenas... Este, buenos días – Saludó educadamente el pelinegro, rogando a todos los cielos, santos, Dioses y quien fuera capaz de escucharlo, que la chica a su lado no se diera cuenta del efecto que había producido en "ternurita junior" el dormir sobre él casi toda la noche.

¿Dormiste bie...? Espera un momento – Comentó de pronto Serena en todo algo serio – Siento algo muy duro por aquí abajo. – Señaló mientras rozaba su pierna contra Darien y comenzaba a levantar las sábanas para inspeccionar.

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