Baila Para Mi

Capitulo 19: La paz antes de la tormenta

Darien se encontraba esperando algo intranquilo en la habitación de invitados, ya hacía bastante tiempo desde que Serena se había retirado del lugar para lograr hacer dormir nuevamente a Rini y le había prometido que regresaría, pero ya estaba tardando demasiado, por lo que antes de que sus nervios y Darien Junior explotaran prefirió ir hasta la habitación y ver si su presencia resultaba de ayuda en algo para que la rubia volviera más rápido a su lado y así retomar la tarea que tenían pendiente.

Con mucho cuidado y en completo silencio entró a su habitación ya que no quería volver a despertar a Rini si es que por fin Serena había logrado hacerla dormir.

Dio un rápido vistazo por la habitación en penumbras intentando enfocar su vista hacia la cama, fue en ese momento cuando su ánimo y su excitación, literalmente se vinieron abajo.

¡¿Pero cómo puedo tener tanta mala cueva?! ¡¿Por qué a mí Señor?! – Fueron los primeros pensamientos entendibles que cruzaron por su cabeza.

Cuando por fin la fortuna le sonreía y parecía que podría compartir nuevamente los besos y las caricias de su rubio tormento; el nuevo tormento pelirrosa había hecho su gran aparición y había echado todo a perder.

Resignado, bajó su vista mirando con pensar a Darien Junior, esta vez su más querido y preciado amigo no tendría tanta suerte y no podría salir a jugar como el querría.

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ஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊஊ

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Darien se paró a un lado de la cama observando con pesar como la rubia dormía plácidamente al lado de su hija, se inclinó hacia ella y comenzó a sacudirla suavemente con la esperanza de que la chica abriera sus preciosos ojos azules y éstos estuvieses ensombrecidos producto de la pasión vivida solo pocos minutos atrás y volvieran a retomar lo que ambos habían dejado pendiente, pero la rubia se encontraba profundamente dormida.

Cinco minutos más Amy, por favor. Solo cinco minutos. – Balbuceó la rubia luego de una sacudida más por parte del pelinegro y este inmediatamente supo que la noche de pasión se había ido a la mierda.

Se permitió soltar un par de juramentos en forma mental una vez más producto de la frustración, pensó también que sería una buena idea ir a darse una ducha fría para bajar... bueno, lo que hubiera que bajar, pero a su pesar se dio cuenta de que no serviría de nada, además no tenía ánimos ni siquiera de darse un baño así que simplemente lo descartó.

Lo mejor para él en estos momentos sería seguir los pasos de la rubia y de su hija e intentar conciliar un poco el sueño, comenzó entonces a cruzar la habitación para dirigirse hacia el cuarto de invitados cuando una idea cruzó rápidamente por su mente.

Siendo sincero consigo mismo, había tenido ese pequeño deseo desde la primera noche que los tres habían pasado juntos, quería por una vez en su vida experimentar que era lo que se sentía ser parte de una familia de verdad, no es que él no tuviera una por supuesto, solo entre Luna y Hotaru tenía familia hasta por lo menos las próximas tres vidas que tuviera, pero quería saber que sería tener su "propia familia"; así que devolviéndose sobre sus pasos rodeo la cama, se quitó el calzado y se dejó caer sobre la cama.

Se acomodó un poco más intentando no despertar a "sus dos mujeres" y acunando a Serena y a Rini contra su pecho se quedó profundamente dormido, más rápido de lo que alguna vez recordaba.

El trinar de los pájaros atrajo la atención de Serena quien comenzó a desperezarse poco a poco, la habitación se encontraba tenuemente iluminada por la luz del sol, lo que le indicó que aún era bastante temprano.