Almas destrozadas (traducción)

Capitulo 5

Estaba cálido y casi sin dolor, ese fue el primer pensamiento de Harry cuando comenzó a darse la vuelta. Rápidamente se llevó la mano al pecho, su tesoro. ¿Donde estaba ella? ¿Dónde estaba su bebé, su pequeña niña? Con un grito estrangulado, intentó sentarse. Sus ojos se abrieron de golpe cuando escuchó un pequeño grito de respuesta venir a su lado. Su visión tardó unos minutos en enfocarse, pero cuando lo hizo, fue recibido con la visión más rara de su gruñón maestro de pociones cambiando a su pequeño bebé.

-Potter, cálmate. Como puedes ver, tu hija está bien, si puedes llamar a que huele así.-Severus no podía creer que todos desaparecieron justo cuando la pequeña bomba apestosa explotó.

Harry dejó caer la cabeza hacia la cama. Tal vez no estaba tan libre de dolor como pensaba originalmente. Con una mano temblorosa, extendió la mano para tocar la mano de su hija. Ella era tan bonita y pequeña. ¿Cómo podía ser tan pequeña? Ella era absolutamente perfecta. Era difícil distinguir todas sus características en la celda oscura. Pasó los dedos por su cabello castaño oscuro, la combinación perfecta de su cabello y el de Cedric, con un toque rojo de sus mamás.

Al sentir a su padre, el bebé se volvió para mirarlo. Harry no pudo evitar las lágrimas que cayeron al ver esos ojos increíbles. Ella tenía sus ojos con manchas de gris de Cedric. ¿Realmente brillan?

-Es un bloqueo.- Dijo Harry con voz ronca.

Severus terminó de vestir a la bebé y luego la envolvió en una cálida manta. Cuando él fue a recogerla, ella lanzó un grito de angustia al no poder ver a su papá. Harry frenéticamente trató de sentarse, pero no tenía suficiente fuerza.

-Tranquilo Harry, dame un segundo y te ayudaré a sentarte para poder alzarla.- La bebé agitaba sus brazos y piernas en la manta y Severus no quería dejarla caer. Sosteniéndola con un brazo, ayudó a Harry, que luchaba, a apoyarse contra la cabecera con almohadas detrás de él. De mala gana, le entregó el bebé a su padre. Él solo había logrado robarla de los gemelos y Bill hace un rato.

Harry miró la carita que lo miraba. Se parecía mucho a Cedric, excepto que sus rasgos eran más delicados y suaves como los de él. Se maravilló al verla en la pequeña pijama rosa. Ni siquiera sabía que hacían ropa tan pequeña. No pudo detener el violento retroceso cuando su maestro de pociones se agachó hacia él para ponerle un sombrero a su hija.

-¿Está ella bien?-Harry preguntó con voz entrecortada. Tenía la garganta muy seca y dolorida; También era débil por la falta de uso en Azkaban. Habló un poco con Fen y Bella pero pasarba semanas sin hablar.

Severus sostuvo un vaso de agua con una pajita hacia Harry.-Toma pequeños sorbos, no lo hagas rápido o te enfermará.-

Harry gimió cuando la fresca y limpia agua fría bajó por su garganta. El agua en Azkaban estaba sucia y un poco salada. Trató de hacer lo que le ordenó el profesor, pero fue tan bueno que pronto tragó saliva. Se quejó cuando el profesor le quitó el vaso.

-Tranquilo Harry, te daré un poco más en unos minutos. Tu pequeña está perfectamente sana. Es muy pequeña para su edad pero es una luchadora como su papá.-

Harry sonrió ante el cumplido.-¿Por qué ella necesita el sombrero?-.

-Los recién nacidos tienen dificultades para regular la temperatura de su cuerpo. Les ponemos sombreros para evitar que pierdan calor a través de la cabeza expuesta.- Severus se sentó en el borde de la cama. Confió en Harry con el bebé, pero el niño todavía estaba débil y con mucho dolor.

-¿Por qué es tan pequeña?.-La voz de Harry sonó un poco más fuerte después de beber agua.

-No estoy seguro, pero si tuviera que adivinar, es por cómo sufriste en Azkaban. No solo fuiste torturado sino que no estabas recibiendo una nutrición adecuada. Luego, tenías dementores alimentándose de ti, es realmente sorprendente que alguno de ustedes sobrevivió. Si no fueras tan poderoso como eres, no tengo dudas de que no hubieras sobrevivido el primer mes.- Dijo Severus serio.