Not Alone [MDZS-Wangxian]

Capítulo III

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—¿Lan Zhan?—

¿Qué hacía el Segundo Maestro Lan en Liyang? ¿Había quedado atrapado bajo la lluvia en lo que pasaba por aquí? Pero si ese fuera el caso, Lan Xichen y el viejo Qiren estarían con él. Wei Ying no pudo evitar caminar algo incómodo, Lan WangJi y él no habían vuelto a intercambiar palabras -o monosílabos en el caso del Jade- desde que estuvieron en Chongyang y ese día habían discutido.

Desconociendo la razón de la presencia del otro, Wei Ying se acercó tenso, incluso A-Yuan pudo sentir la tensión en el cuerpo que lo cargaba, pues dejó de jugar con el sonajero y se quedó en profundo silencio. Su hermana dejó de hablar y sonrió al ver a Wei Wuxian, mientras que Lan WangJi lo volteó a ver manteniendo su semblante estoico.

—A-Xian, déjame ayudarte con eso— dijo la de ropas moradas, acercándose para tomar las mantas y los frascos pues le preocupaba que por cargar tanto, Yuan se fuese a caer si se movía mucho. El menor le agradeció sonriendo, pero pronto dirigió su vista al Lan que hasta ahora parecía fingir no verlos aunque sus ojos se clavaban Inconscientemente en el bebé que Wei Ying cargaba.

—Lan Zhan, Lan Zhan— llamó el de lazo rojo, sonriendo. —¿Qué te trae por aquí?— cuestionó, a lo que el llamado se quedó viéndolo en silencio hasta que señaló a la puerta.

—Lluvia. —aclaró como si el hecho de que sus ropas estuvieran empapadas y dejando caer agua a montones no fuera suficiente prueba.

—¿Te atrapó la lluvia? Si que tienes mala suerte, estás como si te hubieras puesto a nadar en un río con ropa. ¿No están Zewu-jun y el viejo Qiren contigo?—

—Se fueron antes—

El silencio los rodeó de nuevo, Jiang YanLi miraba a todos lados menos a los otros dos que estaban ahí. Mientras que Wei Ying estaba por estallar de los nervios y Lan WangJi seguía callado sin cambiar su expresión, pero se notaba que quería preguntar por A-Yuan.

—Wei Ying...— lo llamó, por lo que el otro levantó la vista para ponerle atención. —¿Y ese niño?— por fin preguntó.

—Oh, ¿Quieres saberlo? Te diré...— una sonrisa maliciosa apareció en su rostro, aparentando ser inocente. Levantó a Yuan como si estuviera enseñándolo. — ¡Es mío!— se señaló.

Su hermana rió mientras que el rostro del Segundo Jade era todo un poema; Estaba serio, pero sus ojos y manos delataban lo tenso que se había puesto, estaba rígido y sus pupilas no dejaban de pasearse de Wei Wuxian al bebé que éste cargaba, seguro intentando entender la relación entre ambos.

Sin poder evitarlo, el único doncel estalló en carcajadas mientras sostenía su estómago con su mano libre. Era obvio que había provocado una gran confusión al pobre hombre quien parecía una piedra por lo quieto que estaba y casi ni respiraba.

—Wei Ying— dijo entre dientes con tono de regaño al ver que el otro no dejaba de reírse.

—¡Jajaja, lo siento, lo siento! ¡No pude evitarlo!— se rió un poco más hasta que su estómago empezó a doler, así que dejó de reírse y se limpió una lágrima pasajera que se alojó en el borde de sus ojos. —Ah~ Lan Zhan, si que eres ingenuo. ¡Obvio no es mío! ¡Deja de mirarme así!—

Ante esa respuesta, Lan WangJi parecía mucho más intrigado que antes. Preguntas como "¿De dónde salió ese bebé?" "¿Por qué Wei Ying lo tiene?" aparecieron en su mente, agregándole más leña al fuego que estaba siendo su pobre cerebro, intentando obtener respuestas que seguro el otro no le respondería directamente sin hacer bromas.

La lluvia rugió más fuerte fuera de la casa, como clara indicación de que no los dejaría irse pronto hasta que dejara de llover por completo. Lu Fen que pasó por ahí con algunas bandejas se detuvo mirando por las ventanas.