Not Alone [MDZS-Wangxian]

Capítulo V

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Wei Ying despertaba aproximadamente a las dos de la tarde, su hermana, quien ya conocía a la perfección los horarios de su hermano menor, se encontraba en la habitación de éste último esperando por su despertar.

Yuan llevaba varias horas despierto, YanLi lo entretenía con el sonajero y haciendo muecas con su rostro. El bebé parecía encantado con aquello, reía y aplaudía emocionado sobre el regazo de la mujer, la cual apenas llevaba conociendo al niño menos de un día pero ya lo quería como un sobrino de verdad.

No sabía si su hermano pensaba de verdad adoptar al pequeño, pero era lo más posible después de todo ¿Quién se resistiría a tan encantador y adorable bebé?

Si Wei Wuxian decidía adoptar a Yuan como su hijo, ella lo apoyaría en todo e incluso lo ayudaría a cuidarlo. Sabía que Jiang Cheng haría lo mismo pues por más que actuara arisco o brusco con los demás, era indudable que quería a su familia y los protegería aunque no estuviera de acuerdo con las decisiones de ellos.

Sabía que habrían algunos que se opondrían, más si se enteraban que el pequeño era originalmente un Wen. Pero ya verían si se atreverían a oponerse o intentar algo si tenían en cuenta que al oponerse a Wei Ying, se oponían no solo al clan Yunmeng Jiang, si no al clan Lanling Jin. Solo bastaba que YanLi hablara con el padre de su prometido y todo listo.

Y quizás podría contar con el apoyo de Hanguang-jun.

«Tan serio y todo, pero Hanguang-jun es taan~ tierno cuando de trata de A-Xian» fue lo que pensó riendo para sí misma. Entonces dejó de reír cuando escuchó el sonido de los caballetes de la cama crujir cuando su hermano se sentó en la cama tallando sus ojos.

—Shijie...~ ¿Ya está el desayuno...?—fue lo que preguntó por inercia, sus ojos estaban cerrados, su cabello negro desordenado como un nido de pájaros y su ropa desarreglada. Se notaba adormilado y que no estaba en todos sus sentidos.

—Ya es mediodía, A-Xian. Te estaba esperando para ir a almorzar aprovechando que la lluvia paró, arréglate y vístete, luego te peinaré— el otro bufó para luego levantarse de la cama con mucha flojera. La mujer salió con Yuan en brazos para que su hermano pudiera vestirse con total paz.

«Hablando de Hanguang-jun...» empezó a pensar mientras esperaba en el pasillo. «¿Se habrá ido a buscar a su hermano y tío? Es extraño que no se hubiera despedido al menos de A-Xian...»

Se encogió de hombros y luego de un rato volvió a entrar a la habitación para encontrarse con su hermano ya vestido. El pelinegro tenía en sus manos un peine y su distintivo lazo rojo, esperándola.

La de ropas moradas rodó sus ojos color miel y con una pasiva sonrisa hizo al menor sentarse en una silla a la par que le daba a Yuan para que lo cargara sobre su regazo mientras estaba sentado.

Tomó el peine y, con toda la paciencia del mundo, se dedicó a arreglar la larga cabellera negra ajena. Mientras tanto, Wei Ying cerraba los ojos y sonreía al sentir la sensación tan agradable, que su hermana lo peinara era algo que disfrutaba desde niño y se aseguró que la costumbre no acabara a pesar de ya tener más de dieciocho años.

Algunas habitualidades nunca mueren.

En eso, el bebé tomó a Chenqing y empezó a babear -pues no tenía dientes aún- la vara de bambú. El mayor solo lo dejó ser pues la Dizi no era peligrosa siempre y cuando no se le influyera con energía resentida. Además que Yuan parecía feliz por babear cosas.

YanLi tomó el lazo rojo y acomodó el peinado de su hermano, dejándolo con una media coleta y el resto suelto sobre su espalda y hombros.

—Gracias, Shijie— agradeció sonriendo, disfrutando de los peinados que su hermana le hacía. —Vayamos a almorzar—dijo mientras se levantaba de su asiento, cargando a Yuan en brazos.