Capítulo XIII

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Lan WangJi había llegado junto a su hermano y tío, seguidos de algunos discípulos de su secta, al banquete que el Líder de Secta Jin se le había ocurrido llevar a cabo sin razones muy lógicas, solo porque quería celebrar la victoria de la Campaña para Derribar al Sol. A él no le molestaba eso demasiado, no estaba en contra de que los líderes se juntaran a beber y a celebrar, podían hacer lo que quisieran.

El problema es que estaban celebrando la muerte de muchas personas inocentes, y eso incluía a los Wen. Si, los Wen habían sido los que quemaron el Receso de las Nubes, los que hirieron a su padre, rompieron su pierna, destruyeron el hogar de Wei Ying y encima luego también hirieron a su amado, si, sus pecados tenían una lista muy larga, pero en Ciudad Sin Noche habían familias, civiles, gente normal que había sido vinculada a una guerra en la que ellos no tenían nada que ver y ahora estaban pagando el precio.

Sabía que quizás era el único que pensaba de esa manera, pues todos habían disfrutado la masacre y la destrucción total a los de la secta Qishan Wen, entendía completamente las razones que tenían y el origen del resentimiento que tenían hacia ellos, podía entenderlo, más no compartirlo. Estaba al tanto de que su hermano pensaba igual que él, pues hasta Lan Xichen había decidido a espaldas de los demás perdonarle la vida a una mujer y su pequeña hija en medio del campo de batalla de Ciudad Sin Noche, si, pero su hermano mayor no tenía mucho para decir en el asunto, era el Líder de Secta, pero era aún muy joven para tener algún tipo de peso sobre los demás, más ahora que el único Líder prominente que quedaba de las generaciones de sus padres era Jin Guangshan, el hombre tenía más peso porque llevaba muchos más años siendo un líder, comparados con él, las otras tres sectas prominentes eran como una guardería para su propio clan. El único que le rivalizaba en edad eran los Ancianos de Gusu y Lan Qiren, pero éste mismo solo solía ser el líder sustituto de su hermano gemelo cuando éste estaba en reclusión, el líder real era Lan Huan.

Y el problema era ese, que el Primer Jade era muy joven aún. De hecho, ahora todo el mundo solo escucharía al Líder Yao, al Líder de la Secta Ouyang y a Jin Guangshan. Porque ellos eran los líderes más viejos vivos en la actualidad.

Quizás si el padre de los hermanos Jiang estuviese vivo, sería otra historia, quizás la gente no miraría desde abajo a los Jin si Jiang Fengmian o inclusive Yu Ziyuan siguieran vivos, pero el caso era totalmente distinto.

Ahora mismo, además de su familia, lo que más preocupaba a Lan WangJi era Wei Wuxian, como era obvio. Él era su amado, a quien estuvo buscando por tres meses sin descansar y con el que peleó hombro con hombro en incontables situaciones, Wei Ying era como otra parte de él. Antes ya era una persona completa, pero no sabía cuánto le había hecho falta alguien como el de lazo rojo en su vida para poder sentirse vivo.

Esos meses en los que no se supo nada del Discípulo Principal, el Lan se sintió desfallecer, temiendo que los Wen se la hayan cobrado al adolescente por casi haberle cortado la cabeza a Wen Chao en la Cueva Xuanwu. Cuando supo que Wei Ying había sido lanzado a los Túmulos Funerarios y Wen Chao encima se regocijó sobre eso, sintió que, por primera vez en su vida, podría matar a alguien y sentirse bien sobre ello, hacer que esa persona tuviera una muerte dolorosa, porque se lo merecería. Wei Ying era un sol. No merecía nada de dolor, jamás sería merecedor de cualquier tipo de sufrimiento en su vida, y el que pensase de esa forma, era porque realmente no conocían a Wei Wuxian. Wei Ying era noble y nunca buscaría placer en lastimar a otros, porque él simplemente no era así. Los Wen intentaron apagar ese sol, y el Lan sintió su sangre hervir de la furia que sentía.

Cuando se volvieron a encontrar, supo de inmediato que había algo mal con Wei Wuxian. Si, se veía casi exactamente igual a como era, pero había algo diferente. Cuando lo vió aparecer de esa forma extraña en medio de la batalla, con una flauta oscura como la noche, los cuervos anunciando su llegada, la densa energía resentida rodeándole y aquella armada de cadáveres feroces, él sintió que al que estaba viendo no era Wei Wuxian, como si el Wei Ying que amaba se hubiese quedado en los Túmulos Funerarios, como si le hubiesen drenado la pasión que tenía de su cuerpo. Ciertamente él no estaba bien.

Not Alone [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora