Capítulo XVII

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∆∆Trigger Warning∆∆

Menciones de idealización del suicidio y violación. Nada explícito pero proceder con precaución a partir del "Ese día estaba lloviendo cuando regresó [...]" .

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El día del accidente, Wen Qing estaba terminando su horario de trabajo en la Casa de las Curanderas, había empezado a trabajar ahí hace un mes y su identidad permanecía escondida siendo solo sus compañeras cercanas las que lo conocían. El hecho de ser un Wen era demasiado peligroso y más ahora que las grandes sectas restantes parecían aún muy irritadas por la reciente guerra, cualquier movimiento extraño haría que estallaran en otra batalla más, saliendo perjudicados los civiles.

Los heridos de la guerra llegaban a esa Casa buscando cuidados y curas para sus enfermedades. Y Wen Qing estaba pensando seriamente en tomarse un largo descanso ya que, bueno, cierta criatura no la ha dejado ir en todo el día.

A-Yuan era muy pequeño aún, pero se aferraba fuerte a quienes le agradaban y atentaba con llorar si intentaban separarlo. Cuando Wei Wuxian se fue dejándola con el mocoso, éste notó inmediatamente que el doncel se había ido y empezó a llorar apenas se dió cuenta que quizás iba a tardar en regresar. Le costó mucho conseguir calmarlo pues no tenía tanto entrenamiento con niños pequeños salvo por su propio hermano pero éste ya tenía siete años cuando sus padres fallecieron, así que no contaba mucho como cuidar a un bebé.

Así que ahora sus compañeras no parecían poder dejarse de reír en voz baja por la vista de la arisca mujer con un bebé colgando de sus hombros por una tela verde. El pequeño miraba todo lo que hacía con sus grandes ojos azulados y su pulgar en su boca, chupando suavemente, era demasiado tierno y ya todas ellas se habían encariñado con él rápidamente.

—Aww~, mira lo pequeño que es~ ¿Quién es el niño más bonito, eh? ¿Quién, A-Yuan? ¿Quién?— la mayor de todas aparte de la Wen dijo, mientras cargaba al pequeño para que su compañera pudiese atender a los pacientes en paz, apenas estuvo en sus brazos, él atrapó en su pequeña mano uno de sus dedos y empezó a jugar con éste suavemente, soltando balbuceos que mataban de ternura a las curanderas.

—Es verdad~ Pero qué muchacho tan apuesto que serás de mayor, A-Yuan~ Ya puedo ver a todas las señoritas encantadas contigo~— canturreó otra, mientras los pacientes las miraban raro. Qué se pudran, estaban en sus descansos, podían hacer lo que quisieran incluso en la Sala Común, ellas vivían ahí.

—El Joven Wei es tan afortunado de tener un bebé tan precioso~ ¡Ay, de solo verlo ya quiero apretarle esas mejillitas!— otra a su lado de la primera exclamó frustrada, porque si intentaba hacer eso seguro el bebé lloraría.

Lu Fen soltó unas cuantas risas por las ocurrencias de sus compañeras, ellas eran como unas hermanas para ella, así que las adoraba mucho. Wen Qing parecía algo irritada por sus voces puesto que se masajeaba la sien desde su mesa llena de papeles. Preocupada por su maestra, decidió dispersar a las chicas.

—Vamos, chicas. ¿Qué tal si traen algunas hierbas de la tienda de enfrente? Yo puedo cuidar a A-Yuan— las otras se quejaron.

—Aaah, pero Lu-er~*, es nuestro descanso—

Lu Fen, —Si, lo es, pero nos faltan éstos suministros, ¿Serían tan amables?—

—Mmm, bien, pero nos debes una Lu-er~—

Una vez que las otras mujeres los dejaron sólos, Lu Fen regresó con Wen Qing a esa oficina, manteniendo en brazos a A-Yuan que jugaba con uno de los sonajeros.

Not Alone [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora