Capítulo VI

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La tensión por la casi contienda desapareció en su mayoría gracias a la presencia del recién llegado, Xiao XingChen se les había unido y caminaba junto a Wei Ying con mucha tranquilidad. Se notaba que era joven, apenas debería tener no más de dieciséis. Shuanghua yacía en su funda envuelta en una tela blanca que se posicionaba en su espalda.

Ambos clanes se reunieron cerca del chico junto al de túnicas negras, los más jóvenes lo miraban con curiosidad, como si jamás hubieran visto a un cultivador de esa edad y complexión. Mientras Jin Zixuan y su hermano menor Jin GuangYao regañaban a su primo.

—Joven maestro Xiao- —empezó a decir Jiang Wanyin, aunque fue interrumpido por el propio Xingchen que alzó su mano sonriendo.

—Pueden llamarme Daozhang— sugirió con tranquilidad.

—Esta bien, Xiao Daozhang, ¿A qué vino aquí desde Yiling?— preguntó confuso, el de ropas blancas le sonrió.

— He escuchado que ha habido un incremento de energía resentida por éstas zonas, por lo que vine a investigar— respondió con sinceridad. La paz que profesaba era tan abrumadora que incluso llegaba a incomodar a los presentes.

—Acaba de terminar una guerra, muchas personas murieron de todos los clanes. Si murieron con resentimiento en sus corazones, entonces es obvio que se hayan convertido en caminantes feroces— explicó Wei Wuxian mientras le hacía caras a A-Yuan que reía alzando sus brazos estando siendo sostenido por YanLi. El otro doncel dejó de sonreír por primera vez en ese rato, se veía consternado.

—¿Una guerra? ¿Cuál guerra?— ladeó su cabeza con auténtica confusión, los demás lo miraron incrédulos, el único sin espada volteó a verlo sin poder creerlo.

—¿Hablas enserio? ¿Vives en una cueva, Daozhang?— burló un poco, aunque también estaba sorprendido. Las mejillas de Xiao XingChen se tiñeron de rosa y desvió la mirada con vergüenza, rascando su mejilla.

—E-Ésta es...la primera vez que bajo de la montaña...— murmuró entre risas nerviosas, todos sintieron sus mandíbulas inferiores caer hasta el suelo por la sorpresa.

—¡¿La primera vez?!— exclamaron la mayoría en sorpresa, haciendo que el menor se encogiera más en su sitio por la vergüenza, aún así asintió quedito. Wei Ying suspiró y comenzó a explicarle al de ojos grises la guerra que había terminado recientemente, éste último le agradeció.

—Quitando eso. No creo que las fuentes de energía resentida hallan sido alteradas por ésta guerra que me cuentan, el antiguo terreno de batalla que está en Yiling ha estado presentando una gran alteración de energía. —

—¿Y cuál es el problema, Xiao Daozhang? —

—La energía se está desplazando por sí misma, una fuente surgió en Yiling, otra en el Monte Dafan, otra en las montañas de Gusu y otra en Lanling. Es como si alguien la estuviera dirigiendo a puntos estratégicos para un plan desconocido—

Como si el mismo pensamiento hubiera aparecido en sus mentes, todos menos Xiao XingChen dirigieron su vista a Wei Ying, que dió un paso atrás y alzó sus brazos en posición de defensa.

—¡A mí no me miren, yo no he hecho nada!— se quejó, el doncel a su lado miró confundido pero decidió abstenerse a preguntar, negando con su cabeza ligeramente.

—De todas formas, si mis predicciones son correctas, entonces la siguiente fuente debería surgir- — antes de poder terminar de hablar, el suelo tembló y con un estruendo, una torre de bruma negra se pudo visualizar detrás de las casas a las espaldas de Xiao XingChen. —Aquí...—

Not Alone [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora