Not Alone [MDZS-Wangxian]

Capítulo VII

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—Has despertado, qué alivio—  fue lo que dijo, su voz clara y relajada hicieron al corazón del joven dar un vuelco y que sus mejillas enrojecieran.

Entonces, en un momento de cero lucidez por recién haber despertado de un golpe en la cabeza, dijo; —¿Eres... un ángel?—

La risa de XingChen estalló llamando la atención de todos.

¿No se supone que un doncel no podía reír estruendosamente?

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Confundido por la risa contraria, el que seguía recostado en el suelo lo observó sin entender muy bien qué había divertido al otro tanto.

—¿Qué es tan gracioso? ¿Estoy muerto?— preguntó, sentándose en el suelo, viendo que el menor seguía riendo. La expresión llena de confusión del joven era demasiado graciosa para XingChen.

—No estás muerto, y yo tampoco soy un ángel— continuó riendo un poco más antes de calmarse. —Me llamo Xiao XingChen — le sonrió.

—Song Lan, Song Zichen. A-ah, un gusto...—hizo una reverencia, para luego querer levantarse, siendo detenido. Sus mejillas se encendieron al sentir la calidez de las manos ajenas en sus hombros.

—No te levantes aún, tienes una herida en la cabeza. No parece ser nada grave, pero no deberías moverte mucho—explicó, a lo que Song Lan respondió llevando una mano a donde estaba la herida de su frente, había dejado de sangrar, pero se sentía la ligera profundidad. Con un asentimiento, le agradeció al otro.

—Entiendo, lamento las molestias—

El Clan Nie ya había llegado, más de veinte cultivadores, Nie Mingjue y Nie Huasiang estaban ahí. Entre ellos, el Líder del Clan Yao estaba, con su característico bigote negro y ropas azuladas, éste mismo frunció el ceño al ver a Wei Ying, quien intentaba mantenerse en pie, teniendo al Segundo Maestro Lan a su lado sosteniendo uno de sus brazos para que no se cayera.

—¡¿Por qué cada vez que ocurre algo con energía resentida estás tú en el medio, Wei Wuxian?!— exclamó apuntándole con su dedo índice de manera acusadora. Jiang Cheng puso rostro malhumorado al verlo y se colocó en frente de su hermano adoptivo para obstruir el camino de aquel dedo.

—Líder Yao, abstenga de hacer acusaciones apresuradas. Wei Wuxian no tiene nada que ver en ésto, de hecho, él estaba ayudándonos a manejar la situación— defendió con clara ofensa en su voz, el hombre cerró momentáneamente su boca, dudando en responder.

—¡¿Cómo puede estar seguro que no tiene que ver?! ¡Conociendo la desgracia que es, no me sorprendería que pudiera hacerlo a distancia!— declaró aún furioso, Wei Ying ahogó un quejido con molestia.

Qué racha tenía, dos personas insultandole en un mismo día.

—Creo que me sobreestima, Líder Yao. Ni siquiera yo podría hacer todo ésto a distancia, tampoco he viajado a Yiling, a Lanling o al Monte Dafan. Como todos, he estado ayudando en la Purgación después de la Campaña— habló Wei Wuxian, apartando a su hermano mientras daba un paso al frente, haciendo un esfuerzo por que su cuerpo no se tambaleara. Zewu-jun levantó a la dizi negra del suelo y se lo devolvió a su dueño, quien la aceptó con un "Gracias" por lo bajo.

—¡Tú-!— soltó el acusador cuando su argumento fue refutado, pero con una sonrisa altanera, volvió a hablar;— ¡Tranquilamente podrías haberle pedido a alguien más que lo hiciera!—