Wei Wuxian despertó para el momento de la cena, ya estaba empezando a anochecer, y fue despertado por la Señora Mu quien movió su hombro con cuidado y le habló suavemente hasta que terminó por despertarse, apenas abrió los ojos, buscó con su mano a A-Yuan quien había estado a su lado todo ese tiempo. Sin embargo, cuando vió que el bebé no estaba, el lado donde había dormido ya frío, entró en pánico, sentándose rápidamente en la cama.
Se calmó rápidamente al ver que el bebé estaba en brazos de la mujer de la tercera edad, A-Yuan rodeaba con su brazo el cuello de ella, su mano libre en su boca para chupar su pulgar, parecía que había sido cambiado de ropa y bañado, a juzgar por como la pelusa oscura que cubría su cabeza aún se veía algo húmedo.
—Se despertó hace unas horas, así que A-Ning y yo decidimos cuidar de él para que pudieras descansar. Creo que tiene hambre— notificó con una sonrisa amable, ganando una sonrisa pequeña del otro en lo que se desperezaba.
Cuando lo vió despierto, A-Yuan extendió sus brazos hacia él, sus manitas abriéndose y cerrándose dando una sonrisa, —¡A-Niang!—
Wei Wuxian rió, dirigiéndose a la señora un momento, —Gracias, yo puedo encargarme desde aquí— ella asintió dejando que tomara al bebé.
—Te esperamos para cenar— avisó antes de retirarse de la habitación dejando al doncel y al bebé sólos.
Suspirando, el mayor acomodó a A-Yuan entre sus brazos antes de abrir sus ropas y dejar que el niño hiciese lo que necesitara. Podría estar haciendo ésto mientras cenaba con los demás, pero el solo pensar que otros podrían verle, incluso si Wen Ning y la Señora Mu no eran gente mala, hacía que un sentimiento de incomodidad se instalara en su vientre. No estaba listo para ser tan abierto con su maternidad en su cuerpo, antes no le importaba, pero ahora...Habían muchas razones por las que le avergonzaba.
Minutos más tarde, ya se encontraba en la sala para la cena, había un olor bastante agradable y apetitoso, la mesa ya estaba siendo puesta por Wen Ning quien al verle le sonrió ganando una en respuesta por el otro, la Señora Mu estaba en la cocina dándole los últimos toques a la comida antes de que fuera servida y de alguna forma había conseguido que Xue Yang le ayudara. El niño estaba subido en un pequeño banco de madera para poder llegar a la encimera, lavando algo a regañadientes los utensilios que la mujer había utilizado para preparar la cena anteriormente.
Parándose cerca de la mesa, Wei Ying miró con pena al otro adulto y la señora, sintiéndose mal por no haber podido ayudar en nada. —¿Necesitan ayuda con algo?—
Wen Ning rápidamente movió sus manos frente a él, negando con la cabeza junto a una sonrisa nerviosa, —¡N-No, no! No hay ne-necesidad, joven maestro We- Liu — negó, siendo secundado por la anciana quien sin voltearse a verle le habló, —A-Yang y A-Ning ya ayudaron lo suficiente, querido. Solo siéntate— le indicó, a lo que el doncel acató la orden dudoso en lo que tomaba asiento y dejaba a A-Yuan sentado en su pierna.
—Bueno...Puedo lavar los platos luego— insistió, no estaba acostumbrado a no tener cosas para hacer al momento de la cena. Cuando era discípulo generalmente ayudaba a las cocineras en Muelle del Loto a mover cosas pesadas, era tan ansioso que no podía evitar sentirse incómodo al no tener nada para hacer o en qué ayudar. Al ver que ese era el caso, la mujer suspiró y volteó a verlo con una sonrisa y asintió, a lo que el otro suspiró de alivio.
Un minutos más tarde, la cena ya estaba servida y los cuatro pudieron sentarse a comer, el ambiente era bastante agradable cuando los tres adultos empezaron a entablar una conversación amena, e incluso si Xue Yang no estaba participando activamente en la charla Wei Ying se encargaba de molestarlo con lo que decía a veces para que el otro al menos estuviera siendo parte de eso, hasta A-Yuan decía algunas veces dar su opinión aunque fueran apenas balbuceos a los que el doncel respondía con un asentimiento, risas y un pequeño beso en la cabeza del bebé.
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Not Alone [MDZS-Wangxian]
Fanfic"En medio del apogeo de una de las tantas batallas de aquella guerra, cuyos suelos se teñían de un fuerte rojizo por la sangre de los cuerpos caídos e inertes, el silencio es opacado por el llanto de un pequeño niño. Se había quedado sólo en aquel m...