Capítulo XI

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Al día siguiente, Wei Wuxian se levantó en el cuarto de la posada. Los golpes en su puerta eran insistentes, e hizo que el bebé que dormía a su lado se despertara y comenzara a llorar.

El peli negro pasó su mano por su rostro para intentar quitarse el sueño, pero el llanto del pequeño y los golpes en la puerta lo irritaban, aún así, se tomó el tiempo para ver a Wen Yuan e intentar calmarlo.

—Shh~ A-Yuan, tranquilo. Shh~— tocó el rostro del menor, limpiando las lágrimas, su voz salió mucho más amable y dulce que cuando hablaba con cualquier otra persona. No quería que el bebé llorara más.

Al recibir las caricias suaves y cálidas, el bebé pareció calmarse dejando de llorar, aunque seguía hipando y chupando su dedo pulgar.

Al ver que los golpes no cesaban, no tuvo de otra que levantarse solo en su túnica blanca interior y con su cabello negro suelto y totalmente desaliñado.

Abrió la puerta con una mirada molesta en su rostro, notando a su shidi parado frente a ésta. ¿Acaso tenía idea el otro de cuántas veces se había tenido que despertar en medio de la noche para atender al pequeño bebé a su cargo? A-Yuan se había despertado varias veces pidiendo leche y para Wei Wuxian que estaba acostumbrado a dormir toda la noche profundamente, había sido difícil.

Oh, ya sonaba como una madre soltera.

Jiang Cheng soltó una carcajada antes de burlarse de ver a su hermano mayor en ese estado; —Ja, dices no ser su madre y ya pareces una. Te lo mereces, ¿Cuándo creíste que cuidar de un mocoso sería sencillo?—

—Si si, ¿Me despertaste a mí y a A-Yuan solo para burlarte de mí, mi querida Shimei?—

—Eso quisiera, pero no vivo haciendo idioteces como cierta persona. —se burló de nuevo cruzándose de brazos. —Tenemos que ir a Ciudad Sin Noche, ¿Recuerdas?—

Ante eso, Wei Ying bufó al recordarlo, ¿de verdad tendría que verles las caras a esas viejas chusmas que algunas sectas tenían por líderes? Ya los podía escuchar quejándose por ésto y por lo otro, que el Wei estaba siguiendo un camino turbio, que si no llevaba su espalda, que si era irrespetuoso, en fin, eran simplemente insoportables. Wei Wuxian, con lo poco que había dormido, no estaba muy de ánimos para tener que aguantar las inconsistencias de esos viejos.

Soltó un suspiro y se dió vuelta dándole una seña a Jiang Cheng de que entrara, el otro no necesitó más y siguió a su hermano adoptivo dentro de la habitación de la posada. Presenció como el hombre de larga cabellera negra caminaba hasta la cama donde el pequeño bebé estaba aún recostado y con mucha suavidad cargaba a A-Yuan y lo mantenía cerca de su cuerpo para darle calor, el clima estaba bastante frío por la lluvia del día anterior.

—¿De verdad debo ir? Tengo que cuidar de A-Yuan, los líderes no me dejaran en paz si lo ven, vete a saber qué inventarían— se volvió a quejar como la noche anterior, Jiang Cheng puso cara de pocos amigos y gruñó.

—Wei Wuxian, tienes que ir. A-Jie también irá. ¿Qué pensarían los líderes si falta uno de los miembros de la familia Jiang?— soltó cruzándose de brazos con aún una expresión irritada, a lo que el otro sonrió.

—Oh~ Me alaga escucharte decir eso, mi querida Shimei~— colocó su mano libre en su pecho, mostrándose conmovido aún manteniendo una sonrisa burlona. Pudo ver fácilmente como Jiang Cheng se avergonzaba y volteaba a ver a otro sitio.

—Si tienes ánimo para bromear como idiota, entonces tienes ánimo para soportar a los demás líderes— se quejó como siempre en su manera algo explosiva, dándose vuelta. —Te esperaré en la entrada del pueblo junto a A-Jie, si tardas mucho me iré sin tí— sin decir más, el de ropas moradas se fue.

Not Alone [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora